Desde los 14 años, Oksana Dorenska diseña y confecciona vestidos de ceremonia y fiesta. Hoy día, con 43, cuenta con un atelier en el barrio del Poblenou (Barcelona). A menos de dos meses de dar a luz, Oksana se ha subido a la pasarela de Fira Nuvis junto a ocho modelos más. Con este desfile, Dorenska ha querido dar un mensaje: "Quiero enseñar que la mujer es bella, sea cual sea su silueta. No existe el vestido perfecto, sí el adecuado para cada novia. Todas llevamos una princesa dentro".

De hecho, los diseños de Dorenska se adaptan a cualquier novia: estilizada, "curvy", embarazada, etcétera. Cualquiera de ellas se puede casar con un vestido súper romántico, como salido de un cuento de hadas.

Tejidos como el tul, la organza y el mikado aportan ligereza y volumen extra a los vestidos de corte princesa del atelier de Oksana.

Corte princesa, un clásico atemporal

Para Oksana, los vestidos son algo así como sus propios hijos. Creaciones a las que da forma cuando está inspirada. "Son vestidos exclusivos, de alta costura, con nombre, historia y vida propias.Todavía me emociono cuando una novia se mira ante el espejo y te dice: `No sabía que podía estar tan guapa vestida de blanco´. Disfruto mucho con lo que hago", ha reconocido.

En su atelier apuestan por los vestidos de corte sirena pero, sobre todo, por los clásicos atemporales con volumen XXL. Es decir, los de corte princesa. Frente a los diseños minimalistas, de líneas rectas y con caída, Dorenska reivindica los corpiños ceñidos, las faldas con volumen, más o menos etéreas, en función del tejido -mikado, tul u organza- con el que se trabaja y las colas que acaparan miradas.

Los vestidos de corte sirena tampoco podían faltar en este desfile que homenajea a los clásicos en moda nupcial. 

Por supuesto, no podían faltar los escotes en pico, con forma de corazón y el omnipresente palabra de honor, acompañados de mangas superpuestas, capas, estolas y velos. La peluquería se hace eco de este estilo elegante, algo retro, mediante peinados más bien clásicos: recogidos bajos, moño chignon, coleta burbuja, media melena efecto wet, etcétera.

Dos vestidos en uno

Durante el desfile, llamó la atención un diseño clásico, con grandes lazadas, que daba paso a un vestido corto, con flecos y pedrería. Un segundo vestido más informal, pensado para lucirlo tras la fiesta. "Algunas novias quieren cambiarse de vestido tras la ceremonia. A modelos como este les suelo llamar Trasformers. A veces, algunos vestidos se pueden convertir en un tres piezas, si añadimos alguna capa encima de un vestido corto. Le damos un sentido práctico a nuestra novia romántica, dulce y soñadora", ha asegurado.

De izquierda a derecha podemos ver el vestido corto de fiesta oculto, en un principio, tras un diseño de grandes lazadas.