El mindful eating o alimentación consciente tiene como principal objetivo establecer una relación plena saludable con la comida, lo que involucra poner en cada bocado y en la forma de cocinar los alimentos el cuerpo, la mente, los sentidos y las emociones. Esta tendencia, cada vez más arraigada en nuestro ...
El mindful eating o alimentación consciente tiene como principal objetivo establecer una relación plena saludable con la comida, lo que involucra poner en cada bocado y en la forma de cocinar los alimentos el cuerpo, la mente, los sentidos y las emociones. Esta tendencia, cada vez más arraigada en nuestro día a día, busca que seamos más conscientes de las sensaciones fisiológicas y emocionales a la hora de comer, de tal manera que ingiramos alimentos solo cuando tengamos hambre. Además de ayudarnos a detectar cuándo estamos saciadas.
Es decir, relacionarnos con la comida sin culpa, sin ansiedad, sin estrés y escogiendo los alimentos según las necesidades de nuestro organismo. Para los defensores del mindful eating no se trata de una dieta, sino un estilo de vida para ser más felices, ser más conscientes de nuestro cuerpo y aprovechar los beneficios de esta filosofía para nuestro bienestar físico y mental. Porque la idea de llevar a cabo una alimentación consciente parte del budismo y de su capacidad para vivir el presente. En este sentido, nuestra mente deberá estar centrada en lo que hacemos en ese momento, sin tener en cuenta las prisas, compromisos, tareas y obligaciones que nos arrastran a un estrés continuo.
Con todo ello, conseguiremos elevar nuestra consciencia en cuanto a las decisiones que tomamos respecto a qué alimentos comer, cómo y cuándo. Y, sobre todo, detectar qué hay detrás de ese impulso que nos lleva a comer de una manera voraz y poder descubrir qué necesidades no tenemos cubiertas.
El mindful eating nos permite llevar la atención plena a la nutrición para aprender a escuchar nuestras emociones y nuestras sensaciones corporales y así poder alimentarnos de forma más saludable.
- Beber agua antes de comer: tomar un vaso de agua antes de cada comida contribuye a reducir la ansiedad ya que aumenta la sensación de saciedad.
- Comer sentado y en un lugar tranquilo te ayudará a estar más concentrado en tu alimentación e ingerir únicamente lo necesario. Cuando estamos en un entorno ruidoso ingerimos los alimentos de manera excesiva y mal.
- Come con tranquilidad, procura ser el último en terminar tu plato.
- Mastica despacio. Además de disfrutar más de la comida nos ayudará a hacer más fácil la digestión.
- No te quedes con la sensación de tener el estómago lleno, es decir, hay que aprender a diferenciar entre estar saciado y estar lleno, que nos hará sentirnos, en ocasiones, incómodos y con dolor estomacal.
- No comas si no tienes hambre. Es común comer por inercia, sin parar a pensar si tenemos hambre o no. Pero una de las bases de esta filosofía del mindful eating es comer solo cuando sentimos esa necesidad.
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