En la mitología griega, el rey Sísifo fue condenado por los dioses a una tarea eterna e inútil: empujar una roca colina arriba, solo para verla rodar cuesta abajo cada vez que casi alcanzaba la cima, para tener que volverla a subir. Este mito ha perdurado a lo largo de los siglos y ha dado origen al término "sisifemia", utilizado para describir situaciones en las que las personas se sienten atrapadas en una rutina sin fin y sin sentido. Así, en nuestro día a día, la sisifemia representa, por ejemplo, la rutina diaria de ir y venir del trabajo, cumplir con responsabilidades familiares o realizar tareas domésticas, que se repiten una y otra vez, todos los días de la semana. Extrapolado al ámbito laboral, consiste en un nuevo trastorno relacionado con las jornadas laborales y la obsesión por obtener resultados perfectos. O bien porque algunas personas están desempeñando trabajos que no ofrecen oportunidades de crecimiento o desarrollo personal e, incluso, cuando los trabajadores sienten que están haciendo un esfuerzo constante pero no logran avanzar en sus carreras, lo cual puede acarrear desmotivación.

Por ello, la sensación de estar atrapado en un ciclo interminable de actividades, sin un propósito claro y concreto, puede llevar a la desesperación y a la sensación de encontrarnos en un callejón sin salida. Por otro lado, tanto la tecnología como la conectividad han creado una sensación de sisifemia digital, en la que las personas se sienten obligadas a estar siempre disponibles, responder correos electrónicos y mantenerse al día con las redes sociales.

La mala relación y situación con el entorno laboral nos puede afectar negativamente la salud mental y traernos consecuencias físicas y psicológicas, generarnos frustración o malestar, falta de descanso y no saber desconectar. Incluso en los momentos de ocio, las personas que sufren este trastorno no son capaces de disfrutar de ese periodo de relax o de la compañía de sus amigos o familiares, ya que siguen pensando en el trabajo, en las tareas pendientes, en lo que queda por hacer y cómo resolverlos.

Principales síntomas de la sisifemia

Como decíamos antes, la sisifemia evidencia la relación insana que muchas personas mantienen con su trabajo. De tal manera que esa autoexigencia, ese elevado nivel de perfeccionismo o la sensación de tener una sola oportunidad son aspectos que diferencian entre la sisifemia y otros trastornos del entorno laboral.

Vamos a enumerar algunos de los principales síntomas de la sisifemia:

- Efectos físicos y emocionales al no cumplir con tus metas profesionales.

- Sensación de imperfección, incluso cuando se ha hecho el mejor esfuerzo. También existe cierta necesidad constante de aprobación y reconocimiento laboral.

- Poca capacidad para controlar el estrés o disfrutar del descanso.

- Cuadros de ansiedad, angustia y depresión.

- Dolores físicos como dolor de cabeza, malestares estomacales, cuadros de insomnio y dificultad para descansar.

- Baja autoestima y dudas sobre la identidad sin el trabajo.

Por ello los expertos recomiendan prestar atención a la relación que mantiene nuestro trabajo con la salud mental. Ya que, como indican, existen tanto herramientas médicas como dentro de la propia empresa para atajar este problema en sus primeros inicios.