Hacer yoga por la mañana ofrece una serie de beneficios para mejorar tu estado mental y físico. Algunos de ellos son: 

• Aumenta la energía: Comenzar el día con una rutina de yoga suave o dinámica puede despertar tu cuerpo y mente. Los estiramientos y las posturas de yoga aumentan la circulación sanguínea y liberan endorfinas, lo que te proporciona una dosis de energía natural para enfrentar el día con vitalidad.
• Mejora la flexibilidad: El yoga matutino puede ayudarte a aumentar tu flexibilidad. Realizar estiramientos controlados y posturas de yoga regularmente puede aliviar la rigidez muscular matutina y mejorar tu movilidad a lo largo del día.
• Reduce el estrés: Practicar yoga por la mañana es una forma efectiva de reducir el estrés y la ansiedad. La combinación de la respiración consciente y las posturas de yoga te ayuda a calmar la mente y afrontar el día con una sensación de paz y equilibrio.

Comenzar el día con estas 10 posturas de yoga te ayudará a despertar mejor, a aumentar tus niveles de energía y a prepararte para enfrentar la rutina diaria con la mente en paz y el cuerpo activo. 

1. Saludo al Sol (Surya Namaskar): Esta secuencia combina varias posturas y estiramientos para calentar todo el cuerpo. Es ideal para despertar los músculos y aumentar la circulación sanguínea.

2. Tadasana (Postura de la Montaña): Comienza de pie con los pies juntos, los brazos a los lados y las palmas frente al pecho. Esta postura ayuda a mejorar la postura y establecer una base sólida para las posturas posteriores.

3. Uttanasana (Flexión hacia Adelante): Desde Tadasana, inhala mientras levantas los brazos por encima de la cabeza y exhala mientras te inclinas hacia adelante desde la cintura. Esta postura estira la espalda y las piernas.

4. Adho Mukha Svanasana (El Perro que Mira Hacia Abajo): Desde Uttanasana, coloca las manos en el suelo y retrocede con las piernas para formar una V invertida con el cuerpo. Esta postura estira la espalda y fortalece los brazos y las piernas.

5. Bhujangasana (Postura de la Cobra): Acuéstate boca abajo con las manos debajo de los hombros. Inhala mientras levantas el torso y estiras los brazos. Esta postura fortalece la espalda y abre el pecho.

6. Balasana (Postura del Niño): Siéntate sobre los talones, estira los brazos hacia adelante y baja la frente al suelo. Esta postura es una excelente manera de relajar la espalda y los hombros.

7. Marjariasana (Postura del Gato-Vaca): Ponte en posición de cuatro patas. Inhala mientras arqueas la espalda hacia abajo y miras hacia arriba (postura del gato) y exhala mientras redondeas la espalda y bajas la cabeza (postura de la vaca). Esta secuencia mejora la flexibilidad de la columna vertebral.

8. Ardha Matsyendrasana (Torsión de Espalda Media): Siéntate con las piernas extendidas. Dobla una pierna y coloca el pie cerca de la rodilla opuesta. Gira el torso hacia la pierna doblada. Esta postura ayuda a la digestión y mejora la movilidad de la columna.

9. Viparita Karani (Postura de las Piernas en la Pared): Siéntate junto a una pared y coloca las piernas hacia arriba por la pared. Esta postura relaja las piernas, alivia el estrés y promueve la circulación.

10. Savasana (Postura del Cadáver): Acuéstate boca arriba con las piernas y los brazos extendidos. Cierra los ojos y relaja todo el cuerpo. Esta postura es esencial para la relajación y la meditación.