La etapa inicial del desarrollo psíquico puede ser complicada. Toda esa habilidad y talento psíquico natural, cuando comineza a abrirse, se nota, pero todavía no tenemos las habilidades y el entrenamiento necesarios para controlar nuestras habilidades. Necesitamos ayuda para superar esta fase irregular y inestable de nuestro desarrollo psíquico. Entonces, establezcamos las habilidades fundamentales que todos los psíquicos necesitan.

Estas habilidades fundamentales son tan importantes que siguen siendo importantes incluso para psíquicos muy avanzados. Practicamos estas habilidades fundamentales (como los músicos tocan escalas y hacen ejercicios de calentamiento) para poder seguir afinando estas habilidades esenciales. Estas habilidades fundamentales incluyen aprender a sintonizarnos y prestar atención a las impresiones psíquicas que recibimos.

Aprendiendo a sintonizarnos

Es importante explorar cómo nuestros estados de ondas cerebrales ayudan o dificultan nuestras experiencias psíquicas, así como aprender algunas formas concretas de determinar y confiar en que estamos recibiendo verdaderos impactos psíquicos. También necesitamos aprender a distinguir entre un golpe psíquico real y la estática mental y el parloteo de nuestros propios pensamientos.

Si se sientes abrumada, frustrada, estancada o tal vez preocupada, estas habilidades pueden ayudarte a lidiar con esos sentimientos negativos y abrirte a tus habilidades psíquicas. Comencemos aprendiendo cómo volvernos lo suficientemente receptivos como para sintonizarnos realmente.

Una de las primeras cosas que debemos hacer para abrir nuestras habilidades psíquicas es hacer tiempo y espacio para sintonizarnos. Sintonizarnos es una combinación de desacelerar nuestras mentes ocupadas para que nos volvamos receptivos a las impresiones psíquicas y aprender a detenernos y prestar atención a un golpe psíquico cuando lo recibimos.

Para muchas personas, los impactos psíquicos ocurren todo el tiempo, durante todo el día, y básicamente los ignoramos. A menos que estemos sintonizados, es posible que no reconozcamos cuándo suceden y, por lo tanto, se deslizan a través de nuestra conciencia sin que nos demos cuenta. En su mayor parte, los golpes intuitivos son sutiles y están conectados con nuestros sentimientos, nuestros instintos y nuestras sensaciones físicas. Para captarlos en el acto, debemos sintonizarnos con lo que sucede en nuestros cuerpos, nuestros estados emocionales y nuestro sentido interno de conocimiento.

Las señales y presagios son eventos y sincronicidades que suceden en el mundo real y que también forman parte de nuestra guía. Son los guiños del universo de que vas en la dirección correcta, pero si no estás sintonizado perderás la posibilidad de que la libélula que acaba de aterrizar en tu mano pueda tener un significado significativo y sea en realidad una comunicación potencial de tus guías.

Sintonizarnos es un hábito que debemos aprender y, sin embargo, es posible que también debamos desaprender el hábito de estar desconectados. Es muy fácil caminar por la vidaciegasm sin ver, con una máscara, sin ser conscientes de nuestra propia naturaleza intuitiva y sumergidas en nuestras mentes ocupadas. Para dominar nuestro desarrollo psíquico, es necesario quitarnos las anteojeras.

Necesitamos calmar la mente parlanchina interna y cambiar nuestro enfoque tanto hacia nuestros cuerpos, sentimientos y conocimiento visceral como hacia lo que sucede en el mundo que nos rodea. Cuando nos sintonizamos, nos tomamos el tiempo para reducir la velocidad y reconectarnos con nosotros mismos, y encontrar un estado de ser neutral, abierto y receptivo en el que nuestras experiencias psíquicas puedan fluir. Como dicen los maestros Zen, la copa debe estar vacía para que la sabiduría pueda fluir en ella.

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