Lo más les gusta es saltar, correr, jugar,... Pero además de los juegos, los expertos aconsejan que los niños practiquen algún tipo de deporte, tanto por su salud como para su desarrollo físico y mental. Sobre todo, porque fomentar el hábito de la actividad física desde pequeños les va a proporcionar una serie de ventajas fundamentales para el resto de su vida. Además de aprender valores como compañerismo, responsabilidad, superación y entrega. Por eso, el deporte desde edades tempranas, o cualquier tipo de actividad física, resulta primordial para que comiencen a tener conciencia de su cuerpo, les ayude a fomentar su autoestima, comiencen a sentirse más integrados en su entorno y aceptar que la vida se compone de éxitos y fracasos.

Y aunque elegir el deporte que más les guste dependerá de las preferencias y la edad del niño, los expertos aconsejan la práctica de deporte todos los días, en mayor o menor medida, para el mejor desarrollo físico, mental y de interacción con otros niños y niñas. Por lo que llevar a cabo actividades en la que se conjugue la diversión con el desarrollo de su psicomotricidad, equilibrio y coordinación serían las más adecuadas ellos.

Por otro lado, los expertos señalan que la motivación en el deporte es primordial para determinar la actitud del niño frente a determinados problemas, su relación con otras personas o su manera de enfrentarse a las adversidades

Aprender jugando

Y aunque son muchos los beneficios que aporta el deporte en la infancia, vamos a ver ocho razones de por qué es importante el deporte en el desarrollo de los niños

1. Favorece el crecimiento físico y mental: el deporte ayuda en el proceso de crecimiento gracias a la estimulación del  tejido óseo y muscular. Además ayuda en el desarrollo de capacidades como la percepción espacial, la coordinación, la agilidad y el equilibrio. 

2. Potencia la creación de hábitos, ya que el deporte predispone a la adquisición de hábitos de vida saludables y comportamientos positivos. 

3. Mejora la salud, al prevenir el sobrepeso y la obesidad, debido a que al practicar deporte se activa el sistema inmunológico y los ejercicios de fuerza y elasticidad corrigen posturas que ayudan a fortalecer músculos y huesos.

4. Potencia las habilidades sociales: practicar deporte ofrece la oportunidad de desarrollar habilidades sociales que  beneficiarán a los niños y niñas durante toda su vida, a la vez que enseña habilidades de liderazgo y comunicación.

5. Ayuda a reducir el estrés: los niños que realizan algún tipo de deporte tienen una mayor capacidad de concentración, de tal manera que se incrementa su rendimiento escolar, además de ayudar y mejorar el estado de ánimo.

6. Favorece el trabajo en equipo: para conseguir el éxito hay que trabajar en equipo, de ahí que sea una buena manera de enseñar a los más pequeños a colaborar y trabajar en equipo. 

7. Aumenta la autoestima: la superación de retos hace que los más pequeños se sientas más seguros y capaces de enfrentarse a nuevas situaciones y a los retos que están por venir. Asimismo les ayuda a ganar en confianza. 

8. Valoran el esfuerzo: la práctica de deporte motiva el esfuerzo, lo cual tiene un resultado positivo de cara a conseguir la meta final.