Si echamos la vista atrás, podemos identificar una clara tendencia en el incremento de la edad media con la que las mujeres se inician en la maternidad. "Hace 50 años, las españolas se convertían en madres en torno a los 25 años, en el año 2.000 lo hacían cerca de los 30 años y ahora lo hacen con casi 33 años", explica a EsVivir Alexandra Izquierdo, directora Médica de Eugin Madrid.

Otro dato que nos permite hacernos una idea sobre la llegada de la mujer a la maternidad está relacionado con la edad materna avanzada. "Actualmente, las mujeres que dan a luz a partir de los 40 años superan el 10%, una cifra que supone el doble que hace una década. Pero, este crecimiento, que se ubica en torno al 38%, también nos viene a decir que el retraso de la edad materna está asociado a una menor cantidad de hijos. En nuestro país, esta media se sitúa ya en 1,19 hijos por cada mujer", detalla la experta.

Con el tiempo se ha ido postergando la decisión de ser madre, debido a múltiples factores, como el desarrollo profesional y personal, la evolución favorable en la esperanza de vida, etc. Sin embargo, recalca Izquierdo, "no ha sucedido lo mismo con el cuerpo". "Biológicamente, la fertilidad continúa siendo limitada. Por eso, los especialistas en ginecología y obstetricia advertimos que, a partir de los 35 años, la progresión del tiempo tiene una importante repercusión en la fertilidad de la mujer. A partir de los 35 años, la probabilidad de que una mujer se quede embarazada de forma espontánea disminuye, ya que disminuye tanto la cantidad de óvulos en los ovarios, lo que conocemos como reserva ovárica, como la calidad de los mismos", advierte la directora Médica de Eugin Madrid.

Dificultades para ser madre a partir de los 35

El impacto principal de la pérdida de calidad en los óvulos se manifiesta porque con el paso del tiempo aumentan las alteraciones en su funcionamiento, "lo que puede provocar la aparición de aneuploidías en el embrión, es decir, un número alterado de cromosomas", prosigue Alexandra Izquierdo. Cuando esto sucede, alerta, "la probabilidad de implantación del embrión es menor, con lo que existe mayor dificultad para conseguir el embarazo y un incremento del riesgo de sufrir un aborto espontáneo, así como una mayor probabilidad de que se produzcan diversos síndromes congénitos".

Por último, también considera importante destacar que "a partir de los 35 años aumenta la tasa de complicaciones asociadas a la gestación, tales como la diabetes gestacional, la hipertensión, la prematuridad (que actualmente afecta al 10% de los partos) y el bajo peso al nacimiento, así como un incremento del riesgo de cesárea o parto instrumental más complejo".

Sin embargo, en el contexto actual en el que se ha generalizado el retraso de la maternidad, y a la vez que crece la esperanza de vida, existen técnicas, o se prevé que existan a medio plazo para que sea posible ser madre más allá de los límites biológicos actuales. De hecho, expone la doctora que a comienzos de esta década nacieron en España más de 30 mil bebés y, más o menos, un 8% de los nacimientos se produjo gracias a las técnicas de fertilidad y reproducción asistida. "Esto ha sido posible gracias a importantes avances científicos y tecnológicos que nos permiten abordar problemas que a veces no parecen tener solución", concluye.