La soja procede de Asia y se introdujo en Europa en el siglo XVIII. Actualmente se cultiva en diferentes zonas del mundo porque la demanda ha aumentado debido al incremento de su consumo a nivel popular y porque sigue siendo un alimento básico en la alimentación China.

Botánicamente es una legumbre de la familia de las papilonáceas y su nombre científico es Glycine max. Es una planta de tamaño medio con flores blancas y frutos que contienen semillas de colores diferentes en función de la especie de la que se trate (amarillas, negras y verdes, fundamentalmente).

A nivel nutricional destacaría que la soja contiene proteínas, en una proporción que duplica la de la carne y es cuatro veces mayor que la de los huevos, por ejemplo. Presenta ácidos grasos, isoflavonas (con efecto estrogénico y antioxidante), hidratos de carbono complejos, fibra, aminoácidos esenciales (contiene 8 de los 9 fundamentales para las proteínas de los músculos), vitaminas (A, E, C y del grupo B) y varios minerales.

Entre las ventajas de la soja, destacaría que:

1-Contiene ácidos grasos saludables, por lo que se considera que ayuda a controlar el colesterol y el consumo excesivo de grasas animales.

2-Presenta un bajo nivel de glucosa, lo que sugiere que podría ser un alimento particularmente interesante para personas diabéticas.

3-Aporta lecitina, que proporciona elasticidad a las membranas celulares y las protege de los radicales libres nocivos. Se considera beneficiosa para el corazón, la circulación y el hígado.

4-Puede considerarse una buena alternativa al consumo de carne en quienes siguen dietas vegetarianas y deben ingerir proteínas para mantener el equilibro nutricional.

5-Contribuye a prevenir la descalcificación de los huesos por su contenido en minerales (calcio y fósforo especialmente) y la presencia de una isoflavona que interviene en el proceso. Interesante en mujeres menopáusicas a quienes algunos médicos se la pautan en forma de comprimidos (sola o combinada con otros compuestos que potencian su actividad) para mejorar los síntomas asociados a esta etapa. Consulta su consumo y no te automediques.

6-Resulta apta para intolerantes a la lactosa y a las proteínas de vaca que deben eliminar la leche y sus derivados de su alimentación. También se considera indicada para las personas mayores que precisan consumir proteínas.

7-Su contenido en fibra soluble e insoluble ayuda a regular el ritmo intestinal y mejora la microbiota intestinal.

Aunque se recomienda su consumo natural, actualmente se emplea soja texturizada, que contiene casi el doble de proteínas y muy pocas grasas debido al procedimiento empleado para su obtención. Elige la que no sea transgénica, aunque su precio sea más elevado.

Algunos expertos señalan que también tiene efectos negativos para la salud, por lo que no se recomienda su consumo sin control. Consulta a tu médico.