El retinol es el activo antienvejecimiento por excelencia, pero la piel necesita un periodo de adaptación para ir asimilando su poder y evitar así reacciones adversas. Es lo que se conoce como período de retinización. Para adaptar la piel al uso de retinol -en cualquiera de sus formas- es necesario un período de tiempo en el que merece la pena ser paciente y constante.

La duración del período de retinización es variable y tiene que ver con el tipo de piel. Pero en términos generales es muy habitual que sean necesarias 6 semanas: en la primera se aplicaría solo dos noches, en la segunda, tres y así sucesivamente hasta que la piel, en la sexta semana, alcance la capacidad de tolerar el uso diario, sin reacciones adversas. Pero hay pieles que necesitan más tiempo en el proceso. 

Qué le puede pasar a la piel durante el periodo de adaptación

El uso del retinol es seguro. Pero puede provocar irritaciones, sequedad, inflamación, tirantez, picor e incluso descamación. Si se siguen las pautas adecuadas puede ocurrir que aparezcan pequeñas irritaciones, sensación de picor y de tirantez. Esto son signos de que debemos espaciar su uso y ralentizar el período de retinización.

Consejos a seguir durante el proceso de retinización de la piel
 

La lista de los SÍ

• ser paciente, ir paso a paso, no tener prisa
• hidratar muy bien la piel con una crema indicada (el ácido hialurónico es parte fundamental del proceso)
• si hay irritación, dejar de aplicar temporalmente
• aplicar solo por la noche sobre la piel limpia y seca
• utilizar cada día un fotoprotector muy alto
• obtener un diagnóstico y una opinión profesional antes de empezar
• seguir las pautas dadas por el/la profesional

La lista de los NO

• no tomar el sol
• no utilizar si se está en tratamiento con ácidos
• no hacerse tratamientos en cabina sin avisar al/la profesional de que estamos usando retinol
• no olvidar el resto de la rutina de cuidado de la piel (limpieza, hidratación, contorno de ojos...)
• no utilizar con corticoides tópicos
• no mezclar diferentes retinoides
• no utilizar sin una prescripción profesional sobre todo en caso de enfermedades autoinmunes (en estos casos será mejor realizar una prueba previa de tolerancia)
• no desoír lo que nos dice la piel (si aparecen irritaciones, parar temporalmente)

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