La base del agua micelar está en un grupo de moléculas llamadas micelas que son quien, de capturar la suciedad y la grasa hospedada en la piel cuando este producto se aplica sobre el rostro. Es como si esta partícula tuviese dos caras, una que se sintiese predilección por el agua y la otra por el aceite o la grasa y ambas formasen un buen equipo para acabar con las impurezas de la cara cuando nos decidimos a retirar el maquillaje, tal y como explican en la página web de nivea.com. Las Navidades son esa época del año en la que tenemos una agenda más apretada y llena de compromisos sociales: cenas de empresa, comidas con amigos, reuniones en casa con la familia, etc. Pero esta no es excusa para no cuidar la piel y mantenerla limpia e hidratada. Además, como esta solución la podemos encontrar en distintos formatos, se puede llevar cómodamente en el bolso y utilizar cuando se necesite. Eso sí, acompañado de unos discos o bolas de algodón.

Limpia, sin pausa, pero sin prisa

La primera de las razones por las que deberías introducir el agua micelar en tu rutina de higiene facial diaria es porque es una solución práctica y dura un montón de tiempo. Con las toallitas desmaquilladoras tenemos que procurar cerrarlas bien para que no se acaben secando. En cambio, la referencia anterior suele venir en un envase cerrado, de modo que cuando no esté en uso estará protegido de los agentes externos. Con ella retirarás el maquillaje y los restos de suciedad y contaminantes que se han instalado en tu piel a lo largo del día sin tener que frotar y sin miedo a que te haga reacción.

Purifícate

Al ser un componente acuoso, no sólo se limitará a cumplir su función como limpiador, sino que también refrescará tu piel de una forma suave, actuando así contra la sequedad y las irritaciones, así prepararás tu piel para echarte una crema hidratante y completar así tu sesión de belleza y cuidados. El agua micelar no entiende de horarios, puedes aplicarla tanto por el día como antes de irte a dormir.

Se adapta a ti

No importa si tienes la piel sensible, grasa, mixta, seca… se adapta a todas ellas porque en los establecimientos de cosmética existen variedades específicas para cada una de ellas o que aportan olor, como las de rosas o de aloe vera. Pero también se puede elegir el formato o la forma de aplicarlo, pudiendo encontrarse en spray, vaporizador o con dosificador añadido o venir acompañado de aceite, leche hidratante o carbón.

En un abrir y cerrar de ojos

Llévalo en el bolso, en el neceser o en tu maleta porque nunca se sabe cuando la puedes necesitar. Coge el agua micelar y un disco desmaquillante y echa una poca. Cuando la vayas a extender por la cara procura hacer pequeños toquecitos por los distintos rincones de tu piel (incluidos los párpados y los labios), pero sin llegar frotar porque estarías arrastrando la suciedad por todo el rostro. Repite el proceso con un nuevo disco hasta que veas que has eliminado las impurezas del todo. Como no necesita aclarado después de lavarte bien las manos, echarías la crema hidratante de tu elección.

¿Agua micelar solo si me maquillo?

No exactamente. Está bien que la uses como desmaquillante pero no sólo sirve para esto, ya que si has ido a hacer una ruta de senderismo o has tenido una clase de spinning en el gimnasio podrás limpiar tu rostro con el agua micelar para retirar el exceso del sudor y de grasa al tiempo que reseteas tu piel. Si has tenido un día estresado en el trabajo o has tenido que andar de un lado para otro, devuélvele a tu cara la hidratación perdida porque, aunque no te hayas maquillado, has estado en contacto en el exterior y los agentes contaminantes que rodean el ambiente.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de SHVETS production.