En Corpora Pilates, un estudio de Pilates ubicado en el madrileño, nos encontramos con dos grandes profesionales de esta disciplina: Juan Bosco, doctor en Medicina y profesor titular en la Universidad Alcalá de Henares, y la monitora Laura Cabral, licenciada en INEF y certificada en varias escuelas Pilates (Polestar, Body Arts, West Coast Pilates y Yogilates). Nos explican en qué consiste el Pilates terapéutico.

En primer lugar, destacan que el Pilates, método de entrenamiento físico-mental creado por Joseph Pilates, conlleva "un concepto de ejercicios y una manera de abordar el movimiento para generar una muy buena condición física". Aseguran que, aplicado al ámbito terapéutico, rehabilitador y preventivo, "es de los más potentes que hay". Es una terapia para el cuerpo humano a base del ejercicio. Bosco, que lo introdujo en España en un primer momento para los bailarines, para que recuperaran su tobillo, y Cabral, que lo desarrolla, se dieron cuenta de que lo podían emplear las personas con ciertas lesiones. Los dos concibieron lo que es el Pilates terapéutico, una rama del Pilates que llega a los ejercicios de una forma metodológica tras una valoración completa, una exploración médica. Acuden a él, por ejemplo, quien tiene una hernia lumbar o una fijación en zona lumbar. Se dividen los ejercicios en partes según la adaptación que sea necesaria y cómo los pueda realizar cada persona.

"La gente que tiene un problema puede hacer ejercicios de Pilates, pero quizá no todos. Sí que puede beneficiarse de las ventajas que posee el concepto de movimiento que implica el ejercicio repetido, para luego conseguir un resultado que, de otra manera, no lo va a conseguir nunca o porque no puede hacer el ejercicio como tal o porque se le queda corto", matizan. Se estudia lo que precisa cada persona, es totalmente personalizado. Es decir, "el Pilates es un método de ejercicio basado en unos conceptos que ahora se están reivindicando en la rehabilitación a la hora de conseguir un buen resultado en la mayoría de la gente". A partir de ahí, el que quiere ser atleta de élite dispone de una base funcional excelente para conseguir mejores resultados. Por eso es utilizado por un montón de equipos de fútbol y muchos jugadores incluso se han comprado las máquinas para trabajarlo en su casa.

El Pilates terapéutico se practica sobre todo en máquinas. No hay que olvidar que, en casos de personas con prótesis de cadera o con una enfermedad neurológica, es más difícil realizarlo en el suelo y el repertorio de ejercicios se achicaría. ¿Qué pasa cuando esa persona ya se pone bien, cuando se le pasan sus molestias? No significa que no puede hacer nada. Ya se podría trabajar el Pilates en suelo avanzado, porque ya tienen una base, "un corsé natural", que se lo va a permitir.

Aclaran que, tras la valoración, se establece un plan de trabajo, con clases personalizadas. Cuando la persona se recupera, las sesiones pasan a ser de grupo de dúo y, cuando ya está muy bien, se trabaja en suelo y máquinas, en lo que es a nivel avanzado, en un grupo de tres, "aunque no más". Advierten de que, si hubiera más gente, no se puede controlar bien lo que se practica y no se puede obviar la molestia inicial, o la historia que hay detrás. Dejan claro que es la precisión lo que va a hacer que tenga éxito esa persona a nivel físico. Si no se hace bien, no hay resultados. Insisten en que, si alguien tiene un problema y hay unas zonas que hay que rehabilitar, hay que focalizarse en ese punto de una manera adaptada a esa persona. Un ejercicio vacío es el que no te sirve de nada. En cambio, sí sirve si es con la precisión adecuada, sabiendo qué músculos debes mover y en qué forma, en base a unos patrones de movimiento. Todo es con la máxima precisión, porque interesa que se muevan ciertos músculos que, de otra manera, no se sabrían moverlos. Hay que hacer primero el entrenamiento, para saber cómo se hace. A partir de ahí se tienen un montón de posibilidades con complementos, con gomas, con todo, pero basado siempre en el mismo concepto, avalado además por la evidencia científica.

Resumen que Pilates es un medio para alcanzar un fin de recuperación, terapéutico y de bienestar. ¿Sesiones mínimas a la semana? Responden que son necesarias un par, pero depende de las posibilidades de cada persona. "Como en cualquier rehabilitación, si es un jugador profesional de fútbol, que pretende seguir siéndolo, lo normal es que se planteen una sesión, si no diaria, cada dos días. Si tú llevas arrastrando un problema y te está condicionando tu actividad profesional, física o familiar o de todo tipo, tendrás que pensar en venir al menos un día a la semana", informan. Es subir primero el nivel de actividad física para que el cuerpo se entere de que puede hacerlo y, a partir de ese momento, gestionar si se hace más o menos. Alegan que, si alguien ha efectuado 40 sesiones en fisioterapia para un tema de hombro, durante dos meses, y no le han dado resultado, tendría que ir a Pilates terapéutico por lo menos dos o tres veces a la semana. Las suyas son sesiones monográficas que duran 50 minutos, que van al grano de lo que se tiene. En Corpora Pilates igualmente hay un equipo de fisios. Como mínimo, tienen que ser dos veces por semana, hasta tres, según lo del problema. Después, ya se pasa a mantenimiento, dos veces por semana. En los mencionados grupos de dos o de tres.

Otra cosa que se lleva a cabo en este centro es rehabilitación en movimiento. Es "rehabilitar en movimiento cuando ya no hay molestia". Respetando los parámetros de lo que no se puede hacer. Es Pilates funcional. Para dolores a nivel de que la gente aguanta, porque a lo mejor tiene que trabajar muchas horas, pero hay un punto en el que ya duele el cuello, ya se no duerme bien, duele la cabeza, etcétera. En esos casos, "hay que hacer un trabajo rápido, funcional, recuperar esos movimientos para que esa persona consiga estar sentado muchas horas y seguir con su trabajo".

Relatan una anécdota que le sucedió a una paciente suya de 87 años. Salía de un taxi, se enganchó con el cinturón y se tropezó. Estuvo a punto de caerse, pero se recompuso y consiguió estabilizarse, no caerse. Una señora que pasaba por allí dijo que era un milagro y ella se volvió para refutar que no, que era el Pilates. Es lo que le proporcionó la capacidad para solventar el problema.

La conclusión de Bosco y Cabral es que "Pilates es el método más potente para construirte el cuerpo". Para tus actividades del día a día, cuando se hace bien. Si se hace mal, incluso te puede perjudicar. "Pilates no es un fin en sí mismo, es un medio para conseguir que la persona encuentre su manera de mover, que más sea más fluida y más efectiva", remarcan. Otro mensaje es que ayuda a "moverse como con criterio y a hacerlo con precisión". El Pilates se puede combinar con Yoga, con las pesas, con ir a caminar, con ir a correr, etcétera, porque busca el trabajo de la fortaleza profunda. Fortalece la musculatura profunda que está pegada al esqueleto, la que nos mueve. Si uno desarrolla una musculatura profunda, fuerza y flexible, que eso es lo que da Pilates, va a tener un cuerpo sano. Te ayuda a mover "con salud y precisión".