Huye de las dietas milagro y pásate a la alimentación intuitiva

Sofía Borrás

Pasado el furor de las ´dietas milagro´ que se multiplican cada primero de año, nos relajamos y decidimos comer como nos manda el instinto, ni más ni menos. Si somos responsables de nosotros mismos sabremos lo que es bueno y lo que no nos conviene. Eso es, más o menos, el principio de la alimentación intuitiva. Es cierto que es más fácil decirlo que hacerlo pero ¿Y si probamos?

22/02/2024

¿Qué es la alimentación intuitiva? Es una corriente alimenticia que surge en EE.UU. en 1995 como oposición a las dietas restrictivas que acaban fomentando el fenómeno de rebote, el efecto yo-yo, esas que al prohibir ciertos alimentos que están muy ricos, generan frustración y al final inducen a una ingesta aumentada ...

¿Qué es la alimentación intuitiva?

Es una corriente alimenticia que surge en EE.UU. en 1995 como oposición a las dietas restrictivas que acaban fomentando el fenómeno de rebote, el efecto yo-yo, esas que al prohibir ciertos alimentos que están muy ricos, generan frustración y al final inducen a una ingesta aumentada y compulsiva de todo lo que se ha prohibido, recuperando el peso perdido y más. Entonces como reacción a ese efecto a largo plazo de las dietas restrictivas surge esta alimentación intuitiva que recomienda olvidarse de las dietas, disfrutar de cualquier comida, no pensar qué es bueno o malo, quitar la sensación de culpa y centrarse en las señales del cuerpo hambre-saciedad para conseguir más salud, no tanto para adelgazar como para el mantenimiento de la salud.

¿Cuáles son sus principios? La Dra. María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca, nos lo cuenta:

Evitar dietas restrictivas para disminuir peso rápidamente. Porque suelen asociar efecto rebote o yo-yo.

Escuchar la sensación de hambre. Confiar en el cuerpo, porque el cuerpo de manera fisiológica sabe cuándo comer, cuánto comer, qué comer.

Escuchar la sensación de saciedad. El cuerpo sabe cuándo parar de comer, si lo escuchamos sabremos hacerlo.

Darnos permiso para comer de todo, incluido lo `malo´, lo insano, obviamente de vez en cuando, para así mejorar la relación con la comida, tener una relación más positiva para no generar ansiedad y frustración.

Eliminar la sensación de culpa al comer alimentos `malos´ o `insanos´ porque esa culpa no nos vale para nada y no nos va a ayudar a mejorar nuestra salud.

Disfrutar de la comida. Si la comida es satisfactoria vamos a tener más saciedad y más control sobre ella, nos vamos a impedir comer `a lo loco´.

No manejar las emociones negativas con comida, la ansiedad, la depresión, el aburrimiento, ya que la comida no soluciona los problemas y, generalmente, si comemos de más, luego es peor a largo plazo.

Valorar el cuerpo y sentirse a gusto con él.

Priorizar la comida sana y la salud, física (nutrición) y mental (felicidad). Estar contentos, ser felices.

Realizar actividad física, no centrarse tanto en las calorías quemadas como en la sensación de bienestar.

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