La prevención del impacto de la radiación solar es imprescindible a todas las edades pero, con los niños más pequeños, debemos ser cuidadosos y tener en cuenta una serie de recomendaciones entre las que destacarían:

1-No es recomendable que los bebés tomen el sol directamente.

2-Cuidado especial en la playa porque la arena refleja hasta el 15% de la radiación solar.

3-Evita que jueguen al sol entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde, pues es el momento de máxima potencia solar.

4-Utiliza viseras, sombreros y gafas de sol siempre que disfruten del aire libre.

5-Consulta tus dudas al pediatra.

A pesar de las numerosas campañas sanitarias que recomiendan protección ocular, numerosas personas continúan pensando que puede usarse cualquier gafa de sol, siendo poco frecuente ponérselas a los niños porque les resulta incómodo o se encuentran raros y se las quitan.

Los estudios señalan que un elevado porcentaje de adultos no toman precauciones para proteger los ojos de los niños de la radiación UV, a pesar de que los especialistas recomiendan el uso de gafas de sol homologadas durante la etapa infantil para prevenir futuras enfermedades oculares (cataratas, pterigion, DMAE, etc.) relacionadas con la exposición solar de los primeros años de vida.

Los ojos de los niños son más vulnerables, por su anatomía y fisiología, en lo que se refiere a los efectos nocivos del sol. El cristalino del niño es más sensible que el del adulto, pues actúa como filtro de la radiación y su funcionamiento aún no es completo. Antes de que cumpla un año, deja pasar hasta el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, que llegan a la retina directamente y pueden provocar daños a corto y largo plazo.

Se recomienda prevención, utilizando gafas de sol homologadas y adecuadas a su edad, pues constituyen el mejor mecanismo de protección para sus ojos. Deben ser adquiridas en establecimientos especializados y presentar la marca CE, pues usarlas de otro tipo resulta perjudicial. Se recomienda añadir el uso de sombreros o gorras con visera delantera para conseguir sombra sobre sus ojos. Debemos explicar a los niños que no son un juguete, sino un objeto que les protege y cuida sus ojos, que deben ponérselas siempre y que ni con ellas puestas pueden mirar directamente al sol.

Acude a tu óptica donde el óptico-optometrista te ayudará a elegir adecuadamente la gafa de sol, pues el uso de lentes de baja calidad provoca mareos, dolor de cabeza, daños oculares, dilatación de la pupila, diplopia, etc. Ante cualquier problema, consulta a un especialista.