¿Por qué es clave la detección temprana de la diabetes gestacional?

María Robert 

El 9% de las embarazadas tiene esta patología en España, que puede desarrollar cualquier mujer, aunque el sobrepeso y contar con antecedentes familiares son factores de riesgo

04/03/2024

La detección temprana de la diabetes gestacional es fundamental para controlar y reducir los riesgos de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 9% de las embarazadas en España y que puede desarrollar cualquier mujer, aunque el sobrepeso y contar con antecedentes familiares de diabetes tipo 2 son factores de riesgo ...

La detección temprana de la diabetes gestacional es fundamental para controlar y reducir los riesgos de esta enfermedad, que afecta aproximadamente al 9% de las embarazadas en España y que puede desarrollar cualquier mujer, aunque el sobrepeso y contar con antecedentes familiares de diabetes tipo 2 son factores de riesgo para desarrollarla, según indica María Sánchez del Solar, especialista del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Córdoba.

Sánchez del Solar explica que la diabetes gestacional es un tipo de diabetes que puede aparecer durante el embarazo (normalmente en la segunda mitad), en mujeres que previamente no la tenían. Así, es muy importante detectarla cuanto antes, ya que iniciar un tratamiento precoz ayudará a un buen control y evitará riesgos tanto para la madre como para el bebé. En la mayoría de los casos, con un control adecuado las madres tienen un embarazo saludable y un bebé sano.

Aunque cualquier mujer puede desarrollar diabetes gestacional, hay factores de riesgo que aumentan su probabilidad, entre los que se encuentran, además del sobrepeso y los antecedentes familiares de diabetes, tener una edad por encima de los 35 años, haber dado a luz previamente a un bebé de más de 4 kilos, o haber padecido diabetes gestacional en un embarazo anterior.

La doctora destaca que la diabetes gestacional, que desaparece tras el parto, normalmente no provoca síntomas, pero se puede sospechar en algunos casos si existe un aumento excesivo de peso, cansancio, sed y muchas ganas de orinar. Otro signo a tener en cuenta es la excesiva ganancia de peso del bebé que se detecta en las ecografías obstétricas.

Alimentación y ejercicio físico

La especialista afirma que el tratamiento debe iniciarse cuanto antes y contempla una alimentación saludable, repartida en 5 o 6 tomas diarias, evitando alimentos y bebidas ricos en hidratos de carbono de absorción rápida (azúcar, caramelos, chocolates o dulces). El ejercicio físico regular intenso reduce los niveles de azúcar en sangre y aumenta la sensibilidad a la insulina, por lo que "es recomendable realizar ejercicio aeróbico de intensidad moderada durante 30 minutos entre 5 y 7 días por semana, que debe estar precedido por ejercicios de calentamiento y seguido de ejercicios de enfriamiento".

Los niveles de azúcar en sangre (glucemia capilar) se monitorizan con un diario de glucemias que incluye la glucemia prepandial (antes de comer) y postprandial (1 hora o 2 después de comer). Además, la gestante con diabetes gestacional debe acudir a las revisiones previstas por su ginecólogo. Sánchez del Solar insiste en que, aunque en el 70-85% de los casos se consigue un buen control de la diabetes con dieta y ejercicio, cuando los niveles de azúcar en sangre siguen sin ser adecuados se añade tratamiento con insulina.

En este sentido, resalta que si la diabetes no está controlada puede tener complicaciones para la madre, como es el mayor riesgo de desarrollar tensión arterial alta y preeclampsia, y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro o diabetes gestacional en otro embarazo.

En cuanto al bebé, las complicaciones podrían ser un exceso de peso al nacer, precisar cesárea para nacer (estos bebés suelen tener más dificultades para encajarse en el canal de parto), y más riesgo de dificultad respiratoria. Además, a veces presentan hipoglucemia (niveles más bajos de azúcar al nacer), y mayor riesgo de desarrollar obesidad o diabetes tipo 2 en el futuro.

La doctora hace hincapié en que el sobrepeso y la obesidad dificulta no solo la probabilidad de quedarse embarazada, sino que aumenta el riesgo de padecer complicaciones, por lo que las pacientes con sobrepeso han de reducirlo antes del embarazo. Por tanto, acudir al ginecólogo antes del embarazo para poder planificarlo en las mejores condiciones de salud, "ayudará a detectar posibles factores de riesgo, seguir recomendaciones individualizadas y comenzar el embarazo con una salud óptima".

Para que la relación de pareja mejore con los años
Qué es el skin dieting del que todo el mundo habla
¿Cómo funciona el cerebro cuando nos `enamoramos´?

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy

Nuestros Podcasts

¿Quieres escuchar nuestros podcast ? Únete a nuestra comunidad y sumérgete en un mundo de inspiración y empoderamiento para la mujer moderna.

Las últimas tendencias en salud, maternidad, viajes, cultura y feminismo en nuestra revista.

Acceso a noticias y newsletters exclusivas

Descarga de materiales únicos, como webinars, podcasts o vídeos

¿Te lo vas a perder?

Acceder