La puesta en escena de Simorra nos ha dejado sin palabras. Seis esculturas de grandes dimensiones, trenzadas a mano, han dado la bienvenida al público ávido de conocer The art of Braiding, de Simorra. La artista Cristina Velasco (Orense, Galicia) ha recreado técnicas de crochet y trenzado en papel de seda blanco, emulando el tejido de esta colección. En este caso, el paper art ha servido para poner en valor el trenzado y el entrelazado artesanal, entre telares, de todo tipo de prendas de vestir -como chales, faldas, chaquetas, ponchos, sombreros, etcétera- y complementos -cinturones, collares, pulseras, diademas, estolas, bufandas, etcétera-por parte de miles de mujeres de varias generaciones.

"The art of Braiding está inspirada en todas aquellas mujeres que trenzaban sus historias en comunidad, como símbolo de fuerza, valentía y unión, apostando por una vida colectiva alejada del individualismo", han contado fuentes de Simorra. "Esta colección reivindica -puntualizan- el trenzado, un acto milenario de concentración y meditación. De alguna manera, esboza lo que podrían llegar a ser los procesos de colaboración del mañana".

Tejidos trenzados y entrelazados protagonizan la última colección de Simorra presentada en la 080 Barcelona Fashion. 

Detrás de cualquier tejido hay mucho más que hilos y texturas para el equipo de la marca creada en el año 1978. "Entendemos el tejido como un elemento capaz de transmitir emociones y contar historias". De eso están convencidas, Eva Dimas y Victoria Mitjans, al frente de Simorra como directora y directora creativa de la marca respectivamente, quienes recogen el testigo del fundador, Javier Simorra. 

Ambas han conservado valores de moda cuatro décadas atrás, como la elegancia atemporal de la marca, el uso de materiales exquisitos y la costura de alta calidad. Eso sí, dotando a Simorra de un aire más moderno y prêt-à-porter.

El reinado del trenzado y el crochet

El punto, cómodo y cálido, es el tejido base de esta colección. Lo hemos comprobado  sobre todo en tops, con o sin mangas, faldas extralargas ajustadas y vestidos XL entallados es el tejido base de esta colección. Los trenzados están presentes en tirantes, cuellos, cuerpos, faldas o vestidos. ¡Nos encantan las mangas trenzadas que dan un look veraniego y moderno a tops combinados con faldas, pantalones y shorts!

Una modelo luce mangas trenzadas a juego con un cuerpo liso y shorts de napa durante el desfile. 

Prendas como el corsé y el dos piezas, a base de torera y pantalón ancho con caída, tampoco faltan en esta cápsula. La primera sigue la tendencia que apuesta por la moda lencera e hiper femenina, resaltando las curvas femeninas. La segunda muestra a una mujer elegante y que avanza en la vida con paso firme y seguro. 

Además, las fans de los bikinis tejidos a ganchillo están de enhorabuena. Varias modelos han exhibido la parte top de bikinis de crochet a juego con otras prendas más formales, como pantalones de algodón y faldas largas de punto.

En The art of Braiding hay pocos estampados, sobre todo en pantalones, faldas y vestidos ligeros y veraniegos.

Napa combinada con algodón y lino 

Los días y las tardes de verano incitan a lucir prendas frescas, transpirables y versátiles. En The art of braiding abundan los vestidos largos y voluminosos de algodón, así como los midis de lino (por debajo de las rodillas) ajustados al cuerpo. Otros tejidos incluidos son la rafia y la napa. El primero se puede ver en capazos veraniegos, tops y otros complementos. El segundo en chalecos, faldas trenzadas, shorts, bolsos y cazadoras, aportando un acabado lujoso al total look.

En cuanto a los tonos, The art of Braiding apuesta por las prendas lisas en beige, azules, verdes, burdeos y tierra. Los opuestos se atraen y complementan: el blanco puro y el negro completan la paleta de colores de esta colección, en la que apenas hay estampados. De hecho, algunos diseños han mostrado dibujos que recuerdan el amor incondicional hacia las texturas y los trabajos artesanos y minuciosos.

Los bikinis de crochet contrastan con las cazadoras de napa en lo último de Simorra.