Desde la aparición de los primeros dientes de leche hasta la pérdida de piezas dentales en la tercera edad, la salud bucodental ocupa un lugar clave en la vida cotidiana de las personas, ya que también puede afectar a la salud en general. Las enfermedades bucodentales comparten factores de riesgo comunes con otras patologías (enfermedades cardiovasculares, cáncer oral o diabetes, por ejemplo) debido principalmente al estilo de vida, relacionado con una dieta poco saludable y desequilibrada, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o una higiene bucodental deficiente.

"Aunque es importante mantener una boca sana en todo momento, los problemas dentales afectan a las personas de forma diferente según la edad. Por ejemplo, durante la primera fase de dentición o dentición temporal, los niños son propensos a sufrir caries, gingivitis/inflamación gingival y maloclusiones", según destaca Martín Pedernera, ortodoncista y ponente clínico de Invisalign. Cuando crecen y se convierten en adolescentes se repite el mismo problema. "La gingivitis suele ser la afección más común por falta de higiene, lo que genera una acumulación de placa bacteriana y, por tanto, aumenta la aparición de caries", comenta el doctor.

La edad adulta refleja problemas que se pueden ir arrastrando a lo largo de los años si no se han tratado antes. Según el doctor, en esta etapa, "los problemas bucodentales más frecuentes suelen ser caries a un nivel más avanzado, que pueden llevar incluso a la pérdida de piezas dentales. Esto genera casi inevitablemente problemas en la oclusión por falta de atención en edades más tempranas".

Según la ´Encuesta de Población: Salud Bucodental en España, del Consejo General de Dentistas´, el 20% de los españoles de entre 18 y 35 años tiene caries sin tratar, porcentaje que desciende al 19% en el grupo de entre 36 a 65 años, y al 16% en los que tienen más de 66 años^.

Detección y prevención

Para evitar que los problemas bucodentales se agraven con el paso del tiempo, es fundamental realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano. Según el especialista, es importante interceptar los problemas lo antes posible.

"Las maloclusiones suelen manifestarse de una forma u otra incluso antes de la erupción de los primeros molares definitivos, alrededor de los 6 años, por eso recomendamos visitar al dentista desde la aparición de los primeros dientes, porque todos los problemas que detectemos a una edad temprana nos llevarán a un mejor pronóstico de problemas en la adolescencia", indica el Dr. Martín Pedernera.

Las revisiones periódicas al dentista o al ortodoncista son cruciales para mantener una buena salud bucodental y el bienestar general. Los doctores desempeñan un papel clave en la prevención de problemas dentales (signos precoces de caries, enfermedades de las encías, pérdida de dientes...), incluida la detección de cualquier tipo de maloclusión.