Normalmente, la válvula muscular localizada en el extremo inferior del esófago, mantiene el ácido en el estómago, sin permitir su llegada al esófago. La acidez estomacal se produce cuando ese anillo muscular que separa el estómago y el esófago no se cierra totalmente tras el paso de los alimentos. Esta ...
Normalmente, la válvula muscular localizada en el extremo inferior del esófago, mantiene el ácido en el estómago, sin permitir su llegada al esófago. La acidez estomacal se produce cuando ese anillo muscular que separa el estómago y el esófago no se cierra totalmente tras el paso de los alimentos. Esta situación provoca que una cantidad excesiva de ácidos del estómago pasen al esófago (reflujo gastroesofágico) provocando irritación y acidez.
Esa sensación de quemazón puede durar unos minutos o varias horas, se produce tras ingerir una comida copiosa o cuando se está acostado o inclinado. No se considera una dolencia grave y la mayoría de las personas la presentan alguna vez en su vida. Cuando se produce de manera frecuente (dos o más veces por semana) es posible que se esté presentando reflujo gastroesofágico.
Los especialistas señalan que existen numerosos factores que pueden provocar o empeorar la acidez de estómago, entre los que destacarían:
1-A nivel nutricional. Comer alimentos demasiado grasos, comidas picantes, cítricos, cebollas, productos elaborados con tomate, chocolate o menta, fundamentalmente. Beber café u otras bebidas con cafeína, alcohol o bebidas carbonatadas.
2-Administración de ciertos medicamentos. La aspirina, el ibuprofeno, los medicamentos para mejorar el insomnio o la ansiedad, los fármacos para reducir la presión arterial alta, los broncodilatadores para el asma o los antidepresivos tricíclicos, entre otros.
3-Hábitos inadecuados. Comer en exceso, acostarse poco después de comer y fumar o inhalar el humo de otros fumadores, fundamentalmente.
4-Situaciones personales. El embarazo, la hernia de hiato, la úlcera péptica, el estrés excesivo, el sobrepeso y la obesidad, fundamentalmente.
Entre los síntomas de acidez destacaría la sensación de quemazón o ardor incómoda y dolorosa detrás del esternón o en la parte superior del abdomen, entre el tórax y las caderas, que se puede extender hasta el cuello y la garganta (llamada pirosis). También pueden presentarse regurgitaciones, gusto agrio o amargo en la garganta y la boca, dificultad para tragar y dolor en el pecho, principalmente.
El diagnóstico debe hacerlo el médico. Se basará en los síntomas descritos por el paciente y el estudio que hace el médico. Puede ser necesario realizar pruebas específicas (como un estudio de la motilidad esofágica o una endoscopia digestiva) para descartar o confirmar la existencia de acidez estomacal u otras alteraciones.
La acidez de estómago no suele ser grave, pero cuando se produce con frecuencia, puede provocar esofagitis (infamación del recubrimiento del esófago). Es preciso descartar la presencia de gastritis, hernia de hiato, úlcera péptica o enfermedad por reflujo gastroesofágico, entre otras alteraciones. Es importante acudir al médico para que haga el diagnóstico y paute, si es necesario, el tratamiento adecuado.