En la búsqueda constante por mejorar nuestro bienestar, la pérdida de peso y las rutinas détox se han convertido en pilares fundamentales. Y es que, a puertas del verano, crece la preocupación de muchos por sentirse bien y lograr estos objetivos. Pero, para alcanzarlos, se requiere un enfoque integral y, sobre todo, responsable, basado en hábitos saludables como una dieta equilibrada, ejercicio regular, hidratación adecuada, gestión del estrés y un buen descanso. 

Para aquellas personas en estado de sobrepeso o de obesidad, perder kilos puede resultar beneficioso para su salud y calidad de vida. La ciencia ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de tratamientos efectivos para la obesidad, que es una condición compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. En los últimos años, se han propuesto incluso tratamientos con análogos de GLP-1 con el propósito de atender el tratamiento de la obesidad, ayudando así a las personas a mejorar su salud metabólica.

Sin embargo, si la pérdida de peso se realiza de forma excesiva o abrupta, puede traer consigo algunos efectos no deseados, como alteraciones hormonales, cambios en la piel o debilitamiento de nuestro sistema inmune. Frente a ello, es importante anticipar cualquier efecto contraproducente a nuestra salud. 

Al respecto, expertos de Solgar® explican 5 efectos no deseados más comunes cuando se pierde peso de forma rápida y cómo podemos hacerles frente

. Envejecimiento de facciones: La rápida pérdida de peso puede debilitar nuestra piel, destruyendo la red de colágeno y fibras elásticas, así como provocar la pérdida de volumen facial, descolgamiento de la piel, sequedad y aparición de arrugas

 Trastorno gastrointestinal: Los cambios en el tipo de alimentación pueden ocasionar alteraciones digestivas y cambio del ritmo intestinal. Por eso, cuando llevamos una dieta de déficit es importante incorporar alimentos fermentados como yogur o queso que ayuden a reponer nuestra flora intestinal

. Deficiencias nutricionales. La reducción en la ingesta de alimentos puede provocar deficiencias nutricionales o acentuar las ya existentes, como pueden ser la falta de vitamina D o hierro, así como una ingesta desequilibrada de ácidos grasos omega-3.

 Caída del cabello: La salud del cabello también se puede ver afectada por la pérdida de peso y la posible deficiencia nutricional asociada. En la mayoría de los casos, la caída del cabello asociada con la pérdida de peso es temporal y se resuelve una vez que el cuerpo se adapta a los cambios y se restablece una dieta equilibrada y una nutrición adecuada

. Debilitación del sistema inmune. La reducción de la ingesta dietética disminuye la disponibilidad de los antioxidantes endógenos, pudiendo alterar el funcionamiento del sistema inmune, disminuyendo así su capacidad para proteger el organismo.