El desayuno permite romper el ayuno nocturno y nos proporciona la energía necesaria para la actividad de la primera parte del día (normalmente, en el trabajo o en el colegio). Es cierto que cada uno tiene necesidades diferentes porque hay quien se levanta sin ganas de comer nada y otros devoran lo que se les ponga delante. Intentemos equilibrarlo, pues tampoco se pretende que ingieras todas las calorías en esa primera comida.

Desayunar es muy importante tanto para los adultos como para los niños porque un desayuno equilibrado nos permitirá ser más eficaces en nuestro trabajo y va a ayudar a los niños a realizar las funciones que su actividad académica les requiere. Es difícil por la coordinación de los horarios laborales y escolares pero podemos aprovechar los fines de semana y las vacaciones para disfrutarlo. Haz que sea diferente. Durante la semana no hay tiempo para nada, pero el fin de semana puede ser el mejor momento para sentarte a disfrutarlo.

Los especialistas recomiendan incluir: fruta (entera o en zumo), proteínas (queso, pavo, etc.), lácteos (yogur, leche) y cereales (pan tostado, galletas, etc.). Aunque parece mucho y complicado de preparar, verás que es muy sencillo una vez que hayas cogido el truco.

La fruta es fácil de consumir. Puedes hacerte el típico zumo de naranja o buscar nuevos sabores. Pomelo, piña, manzana, etc. constituyen una opción muy sana y nutritiva que puedes preparar en la licuadora en el mismo tiempo que el de naranja. También resulta adecuado comer una pieza de fruta (o más). Elige la que más te guste.

Las proteínas puedes elegir las que más te convengan. El huevo se puede cocer el día anterior y guardarlo en la nevera para no perder tiempo por la mañana. Un trozo de queso o unas lonchas de pavo las tienes en la nevera y son muy accesibles.

Elige si quieres pan tostado o cereales. No es necesario que comas las dos cosas porque el aporte nutricional es suficiente y no te cargas de hidratos de carbono. Disfruta de la elección y combínalos como quieras.

Te proponemos:

-agua con limón, una tostada de pan con tomate y jamón serrano, un café con leche.

-zumo de piña, cereales con nueces y leche, un té.

-una manzana con yogur, un café, galletas de avena con mermelada.

-un plátano, café con leche, tostada de pan con aceite y pavo.

-zumo de naranja, chocolate con leche, tostadas con mantequilla.

No caigas en la rutina. Hay muchas posibilidades. Puedes planearlo el día anterior para no estar agobiado por la mañana. Seguro que te sorprende todo lo que se puede hacer en muy poco tiempo. Piensa en lo que te gusta y combina los alimentos para preparar un delicioso desayuno que te cargue de energía para aguantar la tensión.