A medida que la piel envejece, cambia y tenemos que prestarle más atención a sus cuidados. Con el paso de los años se vuelve más vulnerable a los efectos adversos que provocan los cambios hormonales o diferentes factores externos como la contaminación o los cambios de temperatura. Si observas tu ...
A medida que la piel envejece, cambia y tenemos que prestarle más atención a sus cuidados. Con el paso de los años se vuelve más vulnerable a los efectos adversos que provocan los cambios hormonales o diferentes factores externos como la contaminación o los cambios de temperatura. Si observas tu cutis regularmente y conoces sus características a la perfección podrás darle en cada momento lo que necesita y seguir el tratamiento anti-envejecimiento más adecuado.
Piel grasa
Este tipo de piel se caracteriza por presentar poros muy visibles y muestra, generalmente, un aspecto brillante debido a que las glándulas sebáceas tienen una gran actividad. La aparición de granos y puntos negros es más que común. En contrapartida, este tipo de piel envejece más lentamente. Para cuidar este tipo de piel, es básico una limpieza con una loción suave para disolver la grasa. Para refrescarla, utiliza tónicos astringentes con aceites naturales. A la hora de tratar, escoge cremas suaves y ligeras que no obstruyan los poros.
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Piel sensible
Este tipo de pieles sufren irritaciones con facilidad, así como picores y erupciones. Son pieles que acostumbran a reaccionar de forma adversa a los componentes de algunos cosméticos y, por lo tanto, se deben tratar con especial atención. Busca fórmulas hipoalergénicas. Para limpiarlas, no utilices nunca jabón, ya que puede desestabilizar el equilibrio de la piel, decántate por las cremas o leche suaves.
Piel seca
La piel seca presenta descamaciones y poros pequeños. El aire acondicionado, el sol o el frío le afectan en exceso y hacen que aumente su sensación de sequedad. Para su cuidado, es importante utilizar cosméticos que contengan activos nutritivos que le aporten una dosis extra de vitalidad.
A la hora de la limpieza, es importante utilizar productos que contengan elementos hidratantes que le devolverán el agua perdida y ayudarán a crear una capa protectora muy necesaria. Es especialmente importante, utilizar una crema nutritiva de noche que ayudará en la regeneración celular de la piel.
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Piel mixta
Los rostros de pieles mixtas presentan zonas grasas y secas. Generalmente, la zona T (frente, nariz y mentón) es la más grasa, mientras que la del resto de la cara es más seca. El cuidado más idóneo es, tratar cada zona con el tratamiento que le corresponda. Para la limpieza, por ejemplo, es ideal utilizar un gel para la zona T y una crema para las mejillas. Para una buena hidratación, utiliza cosméticos ligeros y un minimizador de poros para la zona T, algo que hará unificar el aspecto de la piel de tu rostro.
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¿Sabes cuál es tu tipo de piel? ¿La cuidas correctamente?
