Botánicamente se denomina Fumaria officinalis y pertenece a la familia Papaveráceas. Es una planta anual de tallo ramificado originaria de Europa. Aunque su tamaño oscila entre 10 y 30 centímetros de altura, puede llegar a medir 60. El tallo es recto, anguloso y hueco y está cubierto de hojas alternas. ...
Botánicamente se denomina Fumaria officinalis y pertenece a la familia Papaveráceas. Es una planta anual de tallo ramificado originaria de Europa. Aunque su tamaño oscila entre 10 y 30 centímetros de altura, puede llegar a medir 60. El tallo es recto, anguloso y hueco y está cubierto de hojas alternas. Las flores son simétricas y hermafroditas, agrupadas en racimos colocados junto a las hojas del tallo. Los pétalos son de color rojo o púrpura. El fruto tiene forma de riñón. Florece entre mayo y agosto. Durante la floración se recoge el tallo entero sin las raíces.
En su composición destacaría la presencia de alcaloides (fumarilina y protopina, entre otros), flavonoides con efecto antioxidante (rutina, fundamentalmente), minerales (potasio, principalmente), ácidos fenólicos, principios amargos, mucílago, resina y taninos.
Los especialistas señalan que, entre sus propiedades, destacaría que se considera:
1-Antihistamínica y antiinflamatoria.
2-Aumenta el apetito.
3-A nivel hepático se considera colerética y colagoga, (debido a la presencia de flavonoides, ácidos fenólicos y protopina, fundamentalmente). Se le atribuye la capacidad de aumentar la producción de secreciones biliares, que facilitan la disolución de los ácidos grasos al estimular los jugos digestivos. Para otros trastornos hepáticos se toma el jugo, el cual sirve para controlar la ictericia y la hepatitis.
4-Digestiva y ligeramente laxante.
5-A nivel dermatológico. Al jugo se le atribuyen propiedades curativas pues mejoraría el acné, por ejemplo, cuando se aplica sobre la piel dañada.
6-Diurética suave (debido a la presencia de sales potásicas).
7-Espasmolítica a nivel de la musculatura lisa, vías biliares y tracto gastrointestinal.
Suele indicarse su uso por vía oral en disquinesias biliares, ictericia, jaquecas de origen digestivo, asma bronquial, como depurativa y diurética, en diarreas, en casos de taquicardia e hipertensión, ante digestiones difíciles y flatulencia, para trastornos cutáneos (como acné o eczema, por ejemplo), alergias y en la prevención de tromboembolismos, por ejemplo.
Se debe emplear con precaución en caso de obstrucción biliar ya que, por su acción colerética y colagoga, puede producir cólicos biliares. Los tratamientos deben ser cortos, con períodos de descanso, sin prolongarlos en exceso porque los alcaloides pueden provocar hipertensión o hipotensión (en función de las dosis de fumaria administradas). No se recomienda su consumo de manera conjunta con plantas que contengan taninos ni sales de hierro. Puede producir nerviosismo y convulsiones, aunque no es frecuente. Consulta a tu médico y sigue sus indicaciones.