La astenia se relacionaría con la falta de fuerza física que aparece espontáneamente y sin conexión con un esfuerzo previo. También se siente un malestar psíquico que no puedes asociar a una tensión nerviosa determinada o a un esfuerzo intelectual más intenso de lo normal. Los especialistas reconocen la existencia ...
La astenia se relacionaría con la falta de fuerza física que aparece espontáneamente y sin conexión con un esfuerzo previo. También se siente un malestar psíquico que no puedes asociar a una tensión nerviosa determinada o a un esfuerzo intelectual más intenso de lo normal. Los especialistas reconocen la existencia de una importante fatiga en muchas personas, especialmente sensibles, cuando llega el calor.
Entre las recomendaciones preventivas aportadas por los expertos para evitar alcanzar niveles inmanejables de cansancio y falta de energía, destacarían:
1-Consultar al médico. No creas que lo que te sucede no tiene importancia porque es preciso diagnosticarlo correctamente a partir de los síntomas que percibes.
2-Descansar es fundamental para recuperarse de la actividad diaria. Dormir forma parte de la rutina y debes considerarlo una necesidad vital. Si tienes problemas de insomnio o percibes que tu sueño no es reparador, solicita la ayuda de tu médico y consulta tus dudas.
3-Evitar la automedicación. Tomar vitaminas estimulantes para activarte o relajantes para dormir (pautados por ti misma) resulta contraproducente y puede conducirte a una espiral de la que va a resultar complicado salir.
4-Intentar realizar las actividades cotidianas sin rendirse al cansancio, aunque resulten más complejas y tengas que hacerlas con menor velocidad. Lo importante es conseguir acabar, a pesar del tiempo que debas emplear.
5-Mantener un estado mental relajado sin dar excesiva importancia a todos esos problemas que generan una ansiedad incontrolable.
6-Modificar hábitos nocivos puede ser el primer paso. Dejar de fumar, reducir la ingesta de alcohol o comer de manera saludable siguiendo una dieta equilibrada es fundamental para mantener la salud.
7-Pedir ayuda. Aceptar lo que te pasa es positivo, pero no tienes que sentirte sobrecargada por lo que te rodea. Seguro que puedes delegar en alguien cercano, aunque te cueste hacerlo.
8-Practicar ejercicio. Es una importante fuente de satisfacción si lo haces correctamente y sin una exigencia excesiva que te genere una tensión intolerable. También es necesario renunciar al sedentarismo aunque te sientas continuamente cansada y el sofá "te atrape".
9-Reducir o eliminar sustancias y conductas nocivas para tu salud. El alcohol y el tabaco no pueden convertirse en el centro de tu vida. Cuando te sientes mal, recurres a conductas y sustancias que consideras estimulantes y que crees que te harán sentir mejor. Pero no es así, no resolverán la situación y van a perjudicar tu recuperación.
10-Seguir una dieta equilibrada e incrementar el consumo de alimentos energéticos. Los más adecuados desde el punto de vista nutricional serían los frutos secos (almendras, nueces y avellanas, entre otros) y no pueden faltar en tu dieta.