La respiración: un superpoder que no estamos usando

Puede parecer obvio, pero no siempre lo es: respirar de manera consciente cambia nuestro estado mental y emocional. Cuando lo hacemos mal -de forma entrecortada, con el pecho encogido o sin llenar bien los pulmones- le enviamos al cuerpo una señal de alarma. El corazón se acelera, los músculos se tensan y la mente se dispersa. En cambio, cuando respiramos lenta y profundamente, el mensaje cambia: el cuerpo se relaja, el sistema nervioso se equilibra y volvemos a un estado de calma y seguridad.

El problema es que, sin darnos cuenta, respiramos mal casi todo el día. Y eso se nota: más ansiedad, peor descanso, digestiones más lentas y una sensación constante de fatiga mental. Por suerte, mejorar tu forma de respirar no requiere grandes cambios, solo un poco de práctica y presencia.

Un ejercicio sencillo para empezar

Si alguna vez te has sentido agobiada, dispersa o con la mente acelerada, prueba esta técnica que puedes hacer en cualquier parte. Es ideal para calmar la ansiedad al momento:

Respiración 4-6-8

• Inhala por la nariz contando hasta 4.
   
• Retén el aire en los pulmones contando hasta 6.
   
• Exhala lentamente por la boca contando hasta 8.
   
• Repite entre 4 y 6 veces.
   

Este ritmo ayuda a bajar el ritmo cardíaco, relajar el cuerpo y despejar la mente. Puedes practicarlo en casa, en el trabajo, justo antes de dormir o incluso en el coche antes de una reunión importante. No necesitas nada más que unos minutos y tu atención.

Respira con conciencia… y con amor

Si te interesa ir un poco más allá, puedes incorporar prácticas como el yoga, el mindfulness o la meditación, donde la respiración juega un papel protagonista. Una técnica especialmente eficaz es la respiración diafragmática, donde al inhalar, el abdomen se eleva suavemente como un globo, mientras el pecho permanece relajado. Este tipo de respiración profunda ayuda a oxigenar mejor el cuerpo y a gestionar mejor el estrés del día a día.

También es importante observarse: ¿cuándo contienes el aire sin darte cuenta? ¿cuándo respiras acelerada? Esas señales te avisan de que tu cuerpo está en modo "alerta". Y justo ahí, puedes decidir hacer una pausa, poner la mano sobre el vientre, y volver a ti.

Respirar bien es volver a lo esencial

A veces buscamos soluciones complejas para sentirnos mejor, cuando lo que necesitamos está más cerca de lo que imaginamos. Respirar bien es el gesto más sencillo y más poderoso del autocuidado. No hace falta dinero, tiempo ni tecnología. Solo necesitas parar, darte cuenta y hacerlo con intención. Porque cuando respiras mejor, todo mejora: tu cuerpo, tu mente… y tu forma de estar en el mundo.

Así que haz una pausa, cierra los ojos y toma aire. Porque a veces, lo único que necesitas para empezar a sentirte mejor… es respirar.