Para tratar este tema, hablamos con una doctora y una paciente, quienes nos dan visibilidad a este problema. La Dra. Clara Colomé, directora IVI Mallorca, remarca que la infertilidad sigue siendo un estigma porque vivimos en una sociedad que, desde edades tempranas, nos enseña a evitar el embarazo a toda costa, como si fuera siempre un riesgo no deseado. "Sin embargo, cuando una persona o pareja desea tener hijos y no puede, se enfrenta a una realidad completamente distinta y poco comprendida. A menudo, la infertilidad se percibe erróneamente como una "falla" personal, una alteración del cuerpo que no cumple con lo que se espera de él".  

Esto puede generar sentimientos de vergüenza, culpa e incluso aislamiento, ya que la capacidad de procrear aún está muy ligada a ideales tradicionales de feminidad, masculinidad y realización personal. "Mientras sigamos viendo la fertilidad como una expectativa automática y universal, la infertilidad seguirá siendo rodeada de silencio y prejuicio", según la doctora.

Lourdes, paciente de IVI Mallorca, responde que no es un estigma, "la gente, a día de hoy, sobre todo de mi edad (46), tiene muy claro que la posibilidad de ser madre a esta edad es muy complicada".

¿Cómo se afrontar la infertilidad?

Si bien hace unos años la infertilidad solía afrontarse casi exclusivamente en el ámbito de la pareja y en privado, hoy en día existen cada vez más recursos para acompañar este proceso de forma más abierta y diversa. Así lo ve la doctora Colomé: las mujeres y las parejas cuentan con apoyo psicológico, redes de contención en su entorno cercano, comunidades en redes sociales y profesionales especializados que les ayudan a transitar este camino sin sentirse solas o juzgadas. "Poco a poco, avanzamos hacia una mayor normalización de la infertilidad, aunque, como mencioné antes, aún queda camino por recorrer".

También están los avances médicos, que han permitido que los tratamientos sean cada vez más personalizados y eficaces. "La innovación tecnológica y científica está logrando que un número creciente de personas pueda alcanzar el deseo de formar una familia, lo cual también contribuye a reducir el estigma y aumentar la esperanza".

La paciente ha afrontado bien este problema, nos comenta que lo ha hecho con naturalidad y asumiendo que las posibilidades eran muy reducidas, "por lo que, al ir bien, con alegría y considerándolo una nueva oportunidad".

Soluciones a la infertilidad

La infertilidad se está afrontando cada vez con más éxito gracias a los avances científicos y tecnológicos aplicados a la reproducción asistida. "En los últimos años, la innovación ha transformado radicalmente este campo, permitiendo tratamientos más eficaces, personalizados y accesibles", responde la doctora.

Uno de los grandes cambios ha sido la personalización de los tratamientos. Se diseñan estrategias médicas adaptadas al perfil genético, hormonal y reproductivo de cada persona o pareja con el objetivo de aumentar las posibilidades de éxito.

Mientras que la experta destaca que la introducción de la inteligencia artificial en los laboratorios de reproducción asistida ha optimizado la selección de embriones, mejorando los tiempos de respuesta y permitido una mayor precisión en cada etapa del tratamiento.

"La genética también está jugando un papel clave. Gracias a estudios como el diagnóstico genético preimplantacional (PGT-A), hoy es posible detectar alteraciones cromosómicas en los embriones antes de ser transferidos, lo que reduce el riesgo de fallos de implantación, abortos espontáneos y enfermedades genéticas hereditarias".

De esta manera, luchar contra la infertilidad no comienza en el momento en que se intenta un embarazo sin éxito, sino mucho antes, a través de la información y la educación. "Es fundamental cambiar el enfoque tradicional centrado únicamente en evitar embarazos no deseados y comenzar a educar en planificación familiar, entendida también como el derecho a decidir cuándo y cómo formar una familia, con plena conciencia de los factores que afectan a la fertilidad".

Uno de los aspectos clave que remarca la doctora es que debe difundirse más y mejor que el principal factor limitante en la fertilidad es la edad de la mujer. "A partir de los 35 años, tanto la cantidad como la calidad de los ovocitos disminuyen de forma significativa, lo que puede dificultar el embarazo natural o incluso con tratamientos de reproducción asistida. Este es un dato médico crucial que muchas mujeres desconocen o no tienen presente al momento de planificar su vida personal y profesional".

Por ello, es urgente concienciar a la sociedad sobre esta realidad. Si bien la experta cree que lo ideal desde el punto de vista biológico sería buscar el embarazo antes de los 35 años, no siempre es posible. "En esos casos, es importante informar sobre alternativas como la vitrificación de óvulos (congelación ovocitaria) a edades más tempranas, como una forma de preservar la fertilidad para el futuro si fuera necesario".

En definitiva, luchar contra la infertilidad pasa por: educar, prevenir y ofrecer opciones, para que cada persona pueda tomar decisiones libres, informadas y realistas sobre su maternidad o paternidad.

Lourdes optó por hacer un tratamiento de fecundación in vitro, "en mi caso hemos tenido la suerte de que ha sido con óvulos propios, a sabiendas de que era complicado. Por lo que estamos muy contentos".