Suplementos para mujeres: ¿aliados o innecesarios?

J.Lizcano

En los últimos años, el mundo de los suplementos se ha convertido en un universo lleno de promesas: más energía, mejor piel, menos estrés, un sistema inmune fuerte, cabello radiante…

24/06/2025

Antes de dejarnos seducir por frascos coloridos y etiquetas llamativas, es importante preguntarnos: ¿realmente los necesitamos? ¿Cuándo un suplemento es un verdadero aliado y cuándo no es más que un gasto innecesario? Las mujeres, por nuestra naturaleza biológica y los diferentes momentos de la vida (menstruación, embarazo, lactancia, menopausia), tenemos necesidades ...

Antes de dejarnos seducir por frascos coloridos y etiquetas llamativas, es importante preguntarnos: ¿realmente los necesitamos? ¿Cuándo un suplemento es un verdadero aliado y cuándo no es más que un gasto innecesario?

Las mujeres, por nuestra naturaleza biológica y los diferentes momentos de la vida (menstruación, embarazo, lactancia, menopausia), tenemos necesidades nutricionales específicas. A esto se suma el ritmo acelerado de la vida moderna, que muchas veces deja poco espacio para una alimentación equilibrada. El resultado: muchas buscamos en los suplementos una solución rápida para cubrir lo que creemos que falta en nuestra dieta.

Cuando sí tiene sentido tomar suplementos

Hay momentos y circunstancias en las que los suplementos no solo son recomendables, sino necesarios:

- Embarazo y lactancia: El ácido fólico es fundamental antes y durante el embarazo para prevenir defectos en el tubo neural del bebé. También el hierro, el yodo y, en algunos casos, la vitamina D pueden ser necesarios.

- Dieta vegetariana o vegana: Quienes no consumen alimentos de origen animal suelen necesitar suplementos de vitamina B12 y, en ocasiones, hierro, omega-3 de origen vegetal o zinc.

- Déficits diagnosticados: Si un médico o nutricionista detecta, mediante análisis, una deficiencia de algún nutriente (como hierro, vitamina D o calcio), un suplemento puede ser clave para recuperar los niveles adecuados.

- Menopausia: En esta etapa, puede ser conveniente un aporte extra de calcio y vitamina D para cuidar la salud ósea, siempre bajo control profesional.

Algunas situaciones de alta exigencia: Deportistas de alto rendimiento, personas con enfermedades crónicas o mujeres que están atravesando periodos de mucho estrés o fatiga extrema pueden beneficiarse de un apoyo nutricional adicional.

Cuando no es necesario (y puede ser hasta contraproducente)

La publicidad y las redes sociales suelen presentar los suplementos como una especie de "píldora mágica" para conseguir bienestar inmediato, algo que no siempre es cierto.

- Si tienes una alimentación variada y equilibrada: Una dieta que incluya frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, proteínas magras y grasas saludables suele aportar todo lo que el cuerpo necesita. Los suplementos no aportan un "plus" de salud en este caso.

- Por moda o sin control médico: Tomar suplementos porque están de moda, porque una influencer los recomienda o porque "a mi amiga le funcionaron" no es una buena idea. Cada cuerpo es distinto y lo que una persona necesita puede no ser útil o incluso ser perjudicial para otra.

- Dosis excesivas: Algunos nutrientes, en exceso, pueden ser dañinos. Por ejemplo, un exceso de hierro puede provocar problemas digestivos o daño hepático; demasiada vitamina A puede ser tóxica.

La clave: individualización y asesoramiento

La mejor manera de decidir si necesitas un suplemento es hacerlo de la mano de un profesional de la salud. Un médico o nutricionista podrá valorar tus hábitos, tu alimentación y tus análisis clínicos para recomendar lo que realmente sea necesario.

Además, no hay que olvidar que los suplementos no reemplazan una alimentación saludable. Pueden ser un apoyo puntual, pero no deben ser vistos como un sustituto de los buenos hábitos. Así que, apunta estos sencillos consejos:

Desconfía de los productos "milagrosos" que prometen resultados rápidos o poco realistas.

- Lee bien las etiquetas y asegúrate de que el producto cuente con los registros sanitarios correspondientes.

- No combines varios suplementos por tu cuenta, ya que podrías estar duplicando nutrientes sin darte cuenta.

- Prioriza siempre la alimentación: los suplementos deben ser la excepción, no la regla.

Los suplementos pueden ser grandes aliados en momentos específicos, pero no son una solución mágica ni un requisito para estar saludable. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo, cuidar tu alimentación y buscar consejo profesional. Así, podrás decidir de forma consciente cuándo decir "sí" y cuándo decir "no" a los suplementos.

 

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