Tras años de decrecimientos en el número de casos de embarazos de alto riesgo, desde 2022 la tendencia se ha vuelto a revertir. Según datos de la Base de Datos de Clínicos de Atención Primaria del Ministerio de Sanidad, en 2023 se registraron más de 23.700 embarazos de alto riesgo ...
Tras años de decrecimientos en el número de casos de embarazos de alto riesgo, desde 2022 la tendencia se ha vuelto a revertir. Según datos de la Base de Datos de Clínicos de Atención Primaria del Ministerio de Sanidad, en 2023 se registraron más de 23.700 embarazos de alto riesgo en España. La cifra es superior a los datos de 2021 y 2022 y vuelve a los estándares de 2020 en un contexto de decrecimiento de la maternidad.
Un embarazo de alto riesgo se define por la probabilidad incrementada de complicaciones que pueden afectar tanto a la madre como al bebé. Entre las causas más frecuentes destacan la edad materna avanzada o muy joven, enfermedades preexistentes y embarazos múltiples. Actualmente, la edad media de la mujer para tener su primer hijo en España ronda los 31 años, lo que también contribuye al aumento de estas complicaciones.
Factores que incrementan el riesgo
La edad es uno de los principales factores. Las adolescentes menores de 15 años y las mujeres mayores de 35 enfrentan más dificultades durante el embarazo. Además, patologías crónicas como hipertensión, diabetes o enfermedades cardíacas pueden convertir un embarazo normal en un caso de alto riesgo.
Por otro lado, factores como la obesidad, el bajo peso, antecedentes de abortos espontáneos o partos prematuros, y el consumo de sustancias nocivas (tabaco, alcohol o drogas) también aumentan la probabilidad de complicaciones. No menos importantes son las infecciones durante el embarazo, que pueden poner en peligro la salud fetal.
Síntomas que no deben ignorarse
El Ministerio de Sanidad recalca la importancia de detectar a tiempo señales que puedan indicar problemas. Entre ellas destacan el sangrado vaginal, dolores abdominales intensos, presión arterial alta, dolores de cabeza persistentes con visión borrosa, hinchazón súbita en manos y rostro, y disminución de los movimientos del bebé. La presencia de cualquiera de estos síntomas exige atención médica inmediata.
El crecimiento de los embarazos de alto riesgo en España, reflejado en las estadísticas recientes, alerta sobre la necesidad de una mayor conciencia y prevención. La educación sobre los factores de riesgo y la detección temprana de síntomas son claves para mejorar los resultados en la maternidad.