Durante el verano, se extienden algunas creencias que, según el experto y catedrático de actividad física, y responsable del área de actividad física de PronoKal Group®, Felipe Isidro, son rotundamente falsas. Por ejemplo, que con el calor no es recomendable hacer ejercicio o que en vacaciones es imposible seguir una ...
Durante el verano, se extienden algunas creencias que, según el experto y catedrático de actividad física, y responsable del área de actividad física de PronoKal Group®, Felipe Isidro, son rotundamente falsas. Por ejemplo, que con el calor no es recomendable hacer ejercicio o que en vacaciones es imposible seguir una rutina para realizarlo.
Tal y como señala Isidro, "no hace falta transformar tu rutina diaria para mantenerte activo. Basta con estar atento a tu entorno y aprovechar cada oportunidad para moverte." En cuanto al calor, "tan solo es necesario prestar atención al horario, evitar las horas de más calor, reducir la intensidad e hidratarse más".
Por eso, comparte las claves que desmienten estos mitos y que nos permiten mantenernos activos, también en verano:
1. Moverse en verano también es conectar con la naturaleza: el mejor gimnasio en verano está al aire libre. Realizar ejercicio en entornos naturales aporta beneficios físicos y psicológicos adicionales (mayor motivación, menor percepción de esfuerzo, mejora del estado de ánimo).
Opciones sencillas:
• Caminar por la playa, el bosque o senderos rurales.
• Movilidad y estiramientos al amanecer o al atardecer.
• Respiración consciente y activación articular frente al mar.
2. Sociabiliza mientras te cuidas, ejercicio con familia y amigos: no es solo moverse, es compartir el movimiento. El verano favorece los encuentros familiares y con amistades, lo que brinda una excelente oportunidad para proponer actividades físicas grupales, como caminatas, juegos activos o excursiones. Estas no solo promueven una mayor adherencia y disfrute, sino que también reducen la sensación de "esfuerzo obligatorio" y refuerzan el entorno social que sostiene el cambio de hábitos.
3. Mini circuitos funcionales en casa o al aire libre: tu cuerpo y un metro cuadrado bastan. Se pueden crear rutinas de 10 a 15 minutos con 4 a 6 ejercicios básicos que trabajen fuerza, resistencia y equilibrio.
Por ejemplo:
• En la playa: sentadillas, zancadas en la arena, subir escaleras o dunas suaves.
• En la montaña: subir y bajar pequeños desniveles, apoyos en rocas o bancos, equilibrio sobre troncos.
• En una casa rural o apartamento: ejercicios con silla, mochila con peso, toalla o bandas elásticas.
4. Los deportes náuticos son una forma divertida de activarse: remar, flotar, deslizarse...todo cuenta. Son una excelente oportunidad para iniciarse en actividades accesibles y de bajo impacto como el paddle surf, kayak, snorkel, aquagym o caminatas en el agua. Estas prácticas fortalecen el core, mejoran la coordinación y promueven el gasto energético, sin generar una gran sensación de esfuerzo.
5. Aumenta tu actividad física recreativa: no todo es entrenamiento, todo movimiento suma. Puedes hacerlo eligiendo caminar durante el turismo en lugar de usar transporte, visitando pueblos y subiendo a miradores, bailando en fiestas populares, verbenas o con la familia, y jugando con niños en la playa o el césped con palas, frisbee o pelota.
6. Otras oportunidades cotidianas para sumar pasos y movimiento: aprovecha cada momento del día para moverte un poco más, sin necesidad de grandes rutinas. Un paseo nocturno después de cenar no solo relaja, también ayuda a regular el azúcar en sangre. Opta por las escaleras en lugar del ascensor y lleva tus maletas como parte del ejercicio. Incluso podéis arrancar el día con 5 a 10 minutos de estiramientos y movilidad para activar el cuerpo con buena energía desde temprano.
7. Cuida tu hidratación, especialmente en verano: no es solo cosa de quien está haciendo una dieta para perder o controlar el peso, sino una necesidad para todos. Con el calor aumenta la pérdida de líquidos y electrolitos, por eso es clave reponerlos de forma consciente a lo largo del día. Más allá del agua, también suman opciones como caldos fríos, infusiones suaves o frutas ricas en agua. Estar bien hidratado no solo mejora tu bienestar general, también te da más energía para moverte y disfrutar del verano al máximo.
Mantenerse activo durante las vacaciones es una muy buena forma de cuidar de tu salud y bienestar mientras disfrutas del verano. En casa, en la playa, con amigos, al aire libre o durante una fiesta… siempre hay una forma de moverse más y mejor. No hace falta esforzarse más, hace falta una mirada diferente y activarse.