Sin embargo, esta mayor exposición también implica riesgos: sequedad, quemaduras solares, ampollas y hongos son solo algunos de los enemigos del bienestar podal estival. Por eso, si quieres disfrutar de un verano cómodo y saludable desde la planta hasta la punta de los dedos, te compartimos 10 consejos infalibles para ...
Sin embargo, esta mayor exposición también implica riesgos: sequedad, quemaduras solares, ampollas y hongos son solo algunos de los enemigos del bienestar podal estival. Por eso, si quieres disfrutar de un verano cómodo y saludable desde la planta hasta la punta de los dedos, te compartimos 10 consejos infalibles para cuidar tus pies como se merecen.
1. Hidratación diaria: tu mejor escudo contra la sequedad
El calor y el uso de calzado abierto hacen que la piel de los pies se reseque con facilidad. Aplica una crema hidratante específica para pies cada noche, insistiendo en talones y plantas. Evita las zonas entre los dedos para prevenir el exceso de humedad.
Tip extra: busca cremas con urea, ácido salicílico o manteca de karité para una hidratación profunda.
2. Protector solar… ¡también en los pies!
Los empeines son una de las zonas más olvidadas cuando aplicamos protector solar, y una de las más propensas a quemarse. Usa un protector de amplio espectro, SPF 30 o más, y reaplica cada 2-3 horas si estás en la playa o la piscina.
3. Exfoliación semanal: fuera células muertas
Una exfoliación suave una o dos veces por semana ayuda a eliminar piel muerta, evitar durezas y mejorar la absorción de cremas hidratantes. Puedes usar piedra pómez, un exfoliante mecánico o uno químico con ácidos suaves.
4. Cuidado con el calzado plano
Las sandalias planas o sin sujeción pueden causar fascitis plantar, ampollas o dolor en el talón. Elige sandalias anatómicas, con buen soporte del arco y material transpirable. Evita caminar largas distancias con chanclas.
5. Mantén tus pies limpios y secos
El sudor y la humedad favorecen la aparición de hongos y mal olor. Lava tus pies todos los días con agua tibia y jabón suave. Sécalos muy bien, especialmente entre los dedos, y cambia de calzado cada día para que se ventile.
6. Cuidado con andar descalzo
Caminar sin calzado en playas, piscinas o vestuarios públicos puede exponerte a virus (como el del papiloma) u hongos. Usa sandalias de ducha o escarpines si vas a lugares públicos.
7. Corta las uñas correctamente
Córtalas en línea recta y no muy cortas, para evitar que se encarnen. Lima los bordes con cuidado y evita las herramientas metálicas agresivas. Si tienes uñas muy gruesas, déjalas en remojo antes de cortarlas.
8. Revisa tus pies regularmente
Detectar a tiempo pequeñas heridas, ampollas o zonas enrojecidas te puede ahorrar problemas mayores. Si eres diabético/a, esta recomendación es aún más importante.
9. Evita los esmaltes permanentes de forma continua
Aunque las uñas pintadas lucen geniales en verano, el uso excesivo de esmaltes permanentes puede debilitarlas y favorecer infecciones por hongos. Deja "respirar" tus uñas algunos días entre aplicaciones.
10. Visita al podólogo si algo no va bien
Durezas persistentes, uñas encarnadas, dolor al caminar o infecciones deben ser atendidas por un profesional. Un chequeo con el podólogo en verano puede evitar complicaciones.
Nuestros pies nos llevan a todas partes y en verano están más expuestos que nunca. Con estos consejos, no solo lucirán bonitos en sandalias, sino que se mantendrán sanos y cómodos durante toda la temporada.
Recuerda que el verano puede ser una época maravillosa para reconectar con tu cuerpo, relajarte y disfrutar del aire libre, pero no hay que bajar la guardia con la salud de los pies. Ellos soportan todo tu peso cada día y merecen la misma atención que das a tu rostro o a tu piel, en general. Dedicar unos minutos diarios a su cuidado no solo mejora su apariencia, sino que previene molestias. Así que este verano, ¡mímate de pies a cabeza empezando por los pies!