En esta comedia familiar las risas están más que aseguradas y seguro que más de una se siente identificada con las situaciones que se plantean, ya que trata con humor y cercanía el momento en que una madre (Bego) y un padre (Agustín), interpretados por consagrados actores Gracia Olayo y Antonio Resines se sienten tristes porque sus hijos, Carla (Clara Lago) y Miguel (Alberto Olmo) han dado el paso de independizarse, dejando atrás el lugar en el que viven para instalarse en la ciudad. Cada uno de los progenitores lleva esta ausencia como puede. Bego lo hace entreteniéndose con su canal de YouTube dedicado a la cocina, en el que va subiendo con desparpajo y salero sus elaboraciones culinarias, mientras que su marido Agustín se entretiene acudiendo al bar del pueblo, en el que encuentra refugio junto a sus amigos. El cumpleaños de Sergio se acerca, y su madre está tan ilusionada con el evento que ha decidido preparar una buena comilona, en la que no faltará su tarta favorita, así que invita a sus hijos a comer a casa para celebrar tal acontecimiento. Pero parece que estos no están muy por la labor de acudir a la cita. A pesar de que su plan no ha tenido la acogida que esperaba, esta no tirará la toalla y preparará una nueva convocatoria, ¿correrá la misma suerte en esta ocasión? ¿Sus hijos habrán tomado nota de lo ocurrido la vez pasada y se sentirán mal por ello o vivirán todos tranquilos al margen de haber defraudado a sus padres?

Carla trabaja para un estudio de arquitectura y no hay momento del día en el que no se lo esté pensando en su trabajo. Toda su vida gira en torno a él y casi no tiene tiempo para pensar en otra cosa. Miguel, por su parte, es un desastre, le encanta la repostería, pero parece que no le acaba de coger el punto a las recetas. Vive con su novia Paula (Lucía Caraballo), una chica apasionada por el ganchillo, es un pedazo de pan y siempre que puede anima a su pareja a que visite más a sus padres porque le encanta sentirse rodeada de personas queridas. 

Ante este panorama y viendo que sus dos retoños los tienen un poco desatendidos y que solo cuentan con ellos cuando necesitan de sus servicios y ni las gracias les dan, a Agustín se le ocurre un plan que podría llamar la atención de cualquiera (incluso de aquellos que no están muy por la labor de colaborar en una situación normal), aunque Bego no está muy convencida al principio, con el paso del tiempo aceptará sin dudarlo porque ya ha probado suerte por todas las vías posibles, incluso la del diálogo y el cariño, pero sus esfuerzos han caído en saco roto. Fingirán que les ha tocado la lotería, que son ricos y que pueden vivir una vida sin preocupaciones, gastando el dinero en donde les plazca. ¿Qué hacer ante la llamada del caballeroso Don Dinero? Los hijos saben muy bien como tienen que comportarse para que les toque un buen pellizco (o al menos eso es lo que esperan estos dos mequetrefes).

En un 'Un lío de millones', película dirigida por Susan Béjar y que está disponible en Movistar Plus+, se plantea un tema cotidiano, el momento en el que unos hijos se van del hogar familiar para comenzar una nueva vida en la ciudad. Los protagonistas de esta historia, Bego y Agustín, en estos momentos están jubilados, y se tienen adaptar poco a poco a la nueva situación y buscar una tarea en la que entretenerse. Pero hay costumbres o fechas clave que no se pueden olvidar (cumpleaños o citas señaladas), ya que a pesar de que estén lejos y tengan su propia vida, bien podrían sacar un momento para llamarlos, realizar una videoconferencia o visitarlos de vez en cuando. Para ellos no supone un gran esfuerzo, y para sus padres significaría mucho, les haría mucha ilusión compartir un buen rato con ellos. 

Se trata de un remake de la película francesa 'Mes très chers enfants' ('Mis queridísimos hijos').

FOTO PRINCIPAL.: Imagen de portada de la película 'Un lío de millones' extraída de la página web de Movistar Plus+.