El Colegio Oficial de Enfermería ha dado la voz de alarma y, el Instituto Médico Antiaging, recoge la preocupación dando voz a una experta en el tema como la doctora Ángela Llaneza. Esta ginecóloga especializada en ginecología regenerativa y endocrinología reproductiva, y directora médica del Instituto, advierte sobre los efectos ...
El Colegio Oficial de Enfermería ha dado la voz de alarma y, el Instituto Médico Antiaging, recoge la preocupación dando voz a una experta en el tema como la doctora Ángela Llaneza. Esta ginecóloga especializada en ginecología regenerativa y endocrinología reproductiva, y directora médica del Instituto, advierte sobre los efectos hormonales y metabólicos de estas dietas virales extremadamente restrictivas, que proliferan especialmente durante el verano.
Bajo el nombre de "dieta de las princesas Disney", numerosos perfiles en TikTok están promoviendo menús hipocalóricos con menos de 1.000 kcal al día, inspirados en los cuerpos idealizados de personajes animados. Aunque se presentan como opciones estéticas o "inocentes", sus consecuencias clínicas pueden ser graves. "Estas dietas eliminan grupos completos de alimentos, restringen las grasas y reducen los hidratos al mínimo. Esto genera un déficit energético que desregula completamente el sistema hormonal femenino", explica la doctora Llaneza.
En consulta ya se evidencian sus efectos: pacientes con pérdida prolongada de la menstruación, dificultad para concebir, fatiga crónica, insomnio, caída del cabello, ansiedad y alteraciones digestivas sin diagnóstico claro.
Amenorrea, infertilidad, hipotiroidismo y alteraciones metabólicas son algunas de las consecuencias de estas dietas tan restrictivas
El cuerpo femenino necesita una cantidad mínima de energía, músculo y grasa para mantener sus funciones vitales. Cuando esos niveles bajan de forma sostenida, el eje hipotálamo-hipófisis-ovario interpreta que no hay condiciones adecuadas para la reproducción y activa mecanismos de defensa. "Lo que algunas personas interpretan como fuerza de voluntad, el cuerpo lo percibe como una situación de hambre crónica. Por eso se interrumpe la ovulación, se ralentiza la tiroides y se altera la producción de cortisol", señala la experta.
• Amenorrea hipotalámica (ausencia de menstruación sin causa estructural)
• Infertilidad funcional (por ciclos sin ovulación)
• Hipotiroidismo subclínico
• Pérdida de masa ósea y muscular
• Efecto rebote tras abandonar la dieta
• Alteraciones del estado de ánimo, ansiedad, fatiga y pérdida del deseo sexual
Cada vez más mujeres comienzan a cuestionar el mito de que la delgadez extrema es sinónimo de salud, belleza o bienestar duradero. Recuperar la menstruación, la fertilidad y la vitalidad es posible, pero implica abandonar la búsqueda de un ideal inalcanzable y volver a confiar en el cuerpo como un sistema sabio que merece ser escuchado y respetado.
Las consecuencias no son solo físicas. La normalización de estos modelos corporales extremos también impacta en la salud mental: pueden distorsionar la percepción de la imagen corporal y favorecer trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia, la bulimia o la ortorexia. Además, alimentan la baja autoestima y perpetúan estereotipos de género dañinos. No todo lo que parece inofensivo en redes lo es.