Tanto la ciudad de Innsbruck como sus alrededores cuentan con una cocina alpina tradicional que mereces descubrir. Desde una comida en una típica posada tirolesa, hasta cursos de cocina o visita a sus mercados locales. Toma nota. Visita obligada a una Wirstshaus Estas posadas son fácilmente reconocibles por el letrero verde indicando ...
Tanto la ciudad de Innsbruck como sus alrededores cuentan con una cocina alpina tradicional que mereces descubrir. Desde una comida en una típica posada tirolesa, hasta cursos de cocina o visita a sus mercados locales. Toma nota.
Estas posadas son fácilmente reconocibles por el letrero verde indicando Wistshaus colocado a su entrada. Aquí podrás disfrutar de una sabrosa cocina casera centrada en el uso de productos regionales procedentes de cultivos sostenibles. Lugares como Goldener Adler en el mismo casco antiguo de Innsbruck o Lndgasthol Stern en la localidad de Obsteig son un buen ejemplo de ellas, donde descubrir una cocina sorprendente con platos de carne de caza y pesca.
Aprovechando una tranquila excursión a pie o un paseo en bicicleta por los alrededores de Innsbruck, detente un momento, respira hondo y acércate a los pastos alpinos de Aldranser Alm y Rinner Alm. En el primero se sirve una fantástica tortita llamada Kaiserschmarrn (postre austríaco similar a un pancake desmenuzado, famoso por ser favorito del emperador Francisco José I), mientras que el segundo destaca por sus deliciosas y esponjosas albóndigas.
Es una experiencia que no te defraudará. Visitar el mercado de Innsbruck es disfrutar de un auténtico festín para los sentidos. La oferta de puestos abarca desde delicias culinarias a base de queso, hasta pescado fresco procedente de una piscifactoría. Y si buscas una experiencia local, acércate a algunos de los numerosos mercados de agricultores de la región o a alguna granja, muchas de las cuales tiene tiendas donde venden productos como el queso tirolés, tocino u otras exquisiteces.
Si tu amor por la gastronomía va mucho más allá de la simple comida y degustación, en Innsbruck también puedes convertirte en chef por un día. Puedes apuntarte a uno de los cursos de cocina de la escuela de Genusswerk. Allí, junto a cocineros profesionales y agricultores locales, podrás aprender a preparar las típicas Schlutzkrapfen tirolesas. Una pasta rellena de una mezcla de espinacas y requesón típicamente tirolés. E incluso elaborar y hornear tu propio pan.
La nueva generación de chefs aporta un soplo de aire fresco al sector hostelero de Innsbruck, demostrando que incluso un almuerzo rápido puede ser respetuoso con el medio ambiente. En lugares como Georg Waldmüller y Martin Schümberg, del Street-food Futterkutter de la capital tirolesa sirven sus platos de olla, inspirados en las regiones del mundo, en un tarro retornable. Mientras que en D-Werk sirven sus kebabs en una bandeja de bambú biodegradable