Las piernas se resecan más en verano. Salta a la vista. Esto es debido a que la piel tiene una menor densidad de glándulas sebáceas: produce menos sebo que otras zonas del cuerpo, lo que favorece la sequedad. También existe una mayor exposición al sol, viento y el roce con la ...
Las piernas se resecan más en verano. Salta a la vista. Esto es debido a que la piel tiene una menor densidad de glándulas sebáceas: produce menos sebo que otras zonas del cuerpo, lo que favorece la sequedad. También existe una mayor exposición al sol, viento y el roce con la ropa, factores que incrementan la evaporación de la hidratación superficial. La depilación frecuente, especialmente con cuchilla pueden debilitar la barrera cutánea y pueden dejar microlesiones que se irritan fácilmente con el sudor o el cloro. El resultado suele ser piel opaca, áspera e incluso con descamación. Cuidar las piernas no implica rutinas complicadas, sino constancia. Dedicarles unos minutos puede marcar la diferencia en pocos días.
1. Limpieza suave en la ducha
Evita el agua demasiado caliente, ya que elimina los aceites protectores naturales. Opta por un gel de ducha hidratante, formulado con aceites vegetales o agentes humectantes. Una opción es el Gel de Ducha Dermo Micelar Topiphasse de Byphasse, que limpia con suavidad sin resecar.
2. Exfoliación regular
Una o dos veces por semana, realiza una exfoliación para eliminar células muertas, mejorar la textura y preparar la piel para que absorba mejor la hidratación. El Exfoliante Corporal Tonificante Home Spa Experience de Byphasse, con micropartículas de piedra volcánica, jojoba y cera candelilla, es un aliado eficaz.
3. Hidratación profunda
El momento ideal para hidratar es después de la ducha, con la piel aún húmeda, para sellar el agua en la superficie. La Crema Hidratante Corporal Caresse de Byphasse, con aceite de almendras dulces, glicerina y vitamina E, es perfecta para nutrir intensamente todo tipo de pieles.
El masaje es un gesto sencillo que mejora la apariencia de la piel, activa la circulación y alivia la sensación de piernas cansadas, común en verano por las altas temperaturas.
Calienta unas gotas de aceite (coco, argán o almendras).
Comienza desde los tobillos y asciende hasta los muslos con movimientos firmes y ascendentes.
Haz movimientos circulares en rodillas y muslos, insistiendo en las zonas con más retención de líquidos.
Dedica al menos 5 minutos por pierna.
Este ritual, además de relajante, mejora la absorción de aceites o cremas y deja la piel uniforme y luminosa.
Después de un día de sol y calor, las piernas pueden verse apagadas. Estos sencillos trucos ayudan a devolverles vitalidad al instante:
Spray refrescante: mezcla agua mineral con unas gotas de aceite en un spray y rocíalo sobre la piel.
Aceite iluminador: hidrata y refleja la luz, disimulando imperfecciones.
Masaje exprés: unos movimientos ascendentes rápidos antes de salir activan la circulación y mejoran el tono.
El resultado de esta rutina constantes son unas piernas suaves, hidratadas y con un brillo saludable.