Así afectan las rutinas virales de belleza a la piel joven

Sofía Borrás

TikTok y otras redes sociales han impulsado la popularidad de rutinas de cuidado facial entre adolescentes y jóvenes. Ingredientes como el retinol, la niacinamida o el ácido salicílico aparecen de forma habitual en este tipo de contenidos y se presentan como básicos en cualquier rutina.

16/09/2025

Sin embargo, los especialistas advierten de que la piel cambia según la edad y las necesidades individuales, por lo que el uso de algunos de estos productos en pieles jóvenes o sensibles puede no ser necesario e incluso resultar contraproducente. "Muchos jóvenes piensan que, si un producto es popular en redes, ...

Sin embargo, los especialistas advierten de que la piel cambia según la edad y las necesidades individuales, por lo que el uso de algunos de estos productos en pieles jóvenes o sensibles puede no ser necesario e incluso resultar contraproducente.

"Muchos jóvenes piensan que, si un producto es popular en redes, automáticamente será beneficioso para ellos, cuando en realidad puede ser demasiado agresivo según la edad, las características de la piel y el modo de aplicación", señala Carmen Arsuaga, jefe de Servicio de Dermatología en el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. "La piel joven tiene características distintas a la adulta, y por lo tanto requiere unos cuidados diferentes. No necesita generalmente rutinas de cuidado facial, que en la edad adulta están enfocadas a tratar el envejecimiento de la piel, a no ser que tenga alguna patología ( acné , dermatitis..), y en este caso se debe consultar con un dermatólogo", añade.

Algunos de los efectos que pueden observarse en un uso inadecuado de estos ingredientes son:

· Sequedad o descamación: es una de las consecuencias más habituales del uso excesivo de retinol o de exfoliantes químicos. La piel puede volverse tirante, perder su luminosidad natural y presentar pequeñas escamas.

· Alteración de la barrera cutánea: la barrera protectora de la piel actúa como un escudo frente a agresiones externas. Cuando se sobreutilizan activos como el ácido salicílico o productos muy astringentes, esa barrera puede debilitarse. Esto se traduce en una piel más vulnerable, que pierde agua con facilidad y puede desarrollar brotes de acné, irritaciones o eccemas.

· Sensibilidad aumentada: la combinación de varios productos potentes sin un orden ni criterio puede generar reacciones inesperadas. Rojeces, sensación de escozor, inflamación o incluso aparición de granitos son manifestaciones frecuentes. En ocasiones, la piel tarda semanas en recuperar su equilibrio natural.

"Estos ingredientes no son "malos" en sí mismos, al contrario, son principios activos excelentes, pero deben usarse con criterio y en el contexto adecuado, la clave está en la personalización", señala Carmen Arsuaga. "La niacinamida, por ejemplo, puede ser una gran aliada para pieles con tendencia al acné o con rojeces, pero su concentración y modo de aplicación tienen que adaptarse a cada paciente".

En este contexto, se recomienda seguir algunas pautas básicas:

· Empezar con rutinas sencillas que incluyan limpieza suave, hidratación y protección solar diaria.

· Introducir ingredientes específicos solo cuando haya una necesidad concreta y siempre con asesoramiento profesional.

· Evitar la compra compulsiva de productos por tendencia y priorizar la constancia sobre la experimentación excesiva.

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