La utilización racional de alimentos congelados se considera una opción adecuada para mejorar la calidad de tu dieta habitual porque permite incluir una amplia gama de alimentos que, de no ser así, no resultarían asequibles por imposibilidad de adquisición o falta de tiempo. De manera general, los alimentos congelados se ...
La utilización racional de alimentos congelados se considera una opción adecuada para mejorar la calidad de tu dieta habitual porque permite incluir una amplia gama de alimentos que, de no ser así, no resultarían asequibles por imposibilidad de adquisición o falta de tiempo.
De manera general, los alimentos congelados se consideran cómodos y fáciles de utilizar. El proceso de congelación reduce la cantidad de bacterias potencialmente dañinas presentes en el alimento que pueden provocar una intoxicación alimentaria. Esta reducción se consigue al impedir el crecimiento de microorganismos que se produce de manera natural a medida que los alimentos frescos se degradan. Durante el tiempo que permanecen congelados, se consideran alimentos seguros.
Los especialistas señalan que son numerosas las recomendaciones que deben ser tenidas en cuenta a la hora de congelarlos y consumirlos y todas son importantes para garantizar la salubridad. Destacarían:
1-Si vas a congelar en casa, es importante que utilices recipientes adecuados aptos para el congelador (y el microondas si lo vas a usar también), que indiques la fecha en la que lo has congelado para controlar el tiempo que tienes para consumirlo y que congeles los alimentos rápidamente y los descongeles lentamente.
2-No todos los alimentos pueden ser sometidos al proceso de congelación porque sus propiedades nutricionales y organolépticas se verían reducidas o eliminadas al someterlos de manera inadecuada a las bajas temperaturas que el procedimiento requiere.
3-No se debería volver a congelar un alimento previamente descongelado o romper la cadena de frío cuando lo llevas a tu casa.
4-Mira en la etiqueta la fecha de caducidad porque debe ser estrictamente respetada, aunque su duración es superior a la de los alimentos que adquirimos frescos.
5-Vienen preparados para ser almacenados con facilidad y dispuestos para su utilización cuando desees.
6-Son más económicos que sus equivalentes frescos comprados fuera de temporada. El marisco o el pescado, por ejemplo, pueden ser adquiridos antes de que suban de precio en momentos como la Navidad.
7-La rapidez de elaboración es alta. El pescado viene limpio y adecuadamente cortado para que puedas cocinarlo directamente. Las verduras se presentan limpias y cortadas, por lo que ahorrarás tiempo.
8-En algunos alimentos congelados elaborados industrialmente (precocinados) se añaden conservantes (como colorantes, sal o potenciadores de sabor, entre otros) o presentan un exceso de grasa.
9-El período de descongelación en la nevera es largo, especialmente si quieres cocinar el alimento totalmente descongelado. En el caso de piezas grandes de carne o aves de corral grandes, por ejemplo, si es complicado que la temperatura central alcance el nivel necesario durante el tiempo correcto, no se deben cocinar lo alimentos directamente congelados porque el riesgo de intoxicación alimentaria es mayor.