El cárdigan no deja de ser una prenda de punto que nos ha acompañado desde tiempos inmemoriales. Es lo que en decoración se llama diseño atemporal, aquel que no se ve afectado porque los cambios de modas o de tendencias, sino que sabe conservar su esencia, adaptándose de una manera ...
El cárdigan no deja de ser una prenda de punto que nos ha acompañado desde tiempos inmemoriales. Es lo que en decoración se llama diseño atemporal, aquel que no se ve afectado porque los cambios de modas o de tendencias, sino que sabe conservar su esencia, adaptándose de una manera natural a una temporada u a otra. Es una pieza de ropa que no se utiliza solo para poner en esos días en los que refresca, ya que también sirve para complementar aquello que nos hemos puesto y, a su vez, se luce con orgullo. Además, como hay tanta variedad en el mercado, es muy fácil dar con la prenda que más nos represente y con la que nos sintamos más cómodas, pudiendo llevar el típico estampado de rombos que nos conecta con épocas y estilos pasados, el que incorpora volantes en su diseño para lograr una estética más romántica o el de cremallera que nos permite conseguir un look más desenfadado e informal. Pero las opciones no terminan aquí porque el abanico de propuestas existente es mucho más amplio, así podemos encontrarnos con cárdigans con cuello de pelo añadido para proteger el cuello del frío, en su versión clásica con cuello redondo y botones de arriba abajo al que se le otorga un toque diferenciador a través del color, del grosor de los botones o cambiando estos por una cremallera, un único botón o unos lazos, sustituyendo el cuello redondo por uno triangular o uno camisero, incorporando unos bolsillos en sus laterales o una capucha. También los hay que hacen más grueso o más fino su tejido, apostando por el diseño crochet, bouclé (o con efecto borreguillo), canalé, calado, liso o trenzado o que cambian la extensión de la manga (corta, media manga o larga) o de la pieza, optando por una más holgada, una más larga o una más ceñida y ajustada. En cuanto a estampados, esta prenda tampoco se queda corta; a rayas, lisa, con rombos, flores o con motivos animal print, y en lo que respecta a colores hay para dar y tomar, desde los más clásicos, como el gris, el beis, el negro o el blanco, hasta otros más actuales y propios de la estación, como el berenjena, el burdeos, el kaki, el marrón, el vino, el rojo, el mostaza o el azul marino, u otros más vistosos. Es el caso del rosa, el pistacho, el malva, el azul cielo o el amarillo.
Como ves es una prenda cómoda, que se puede llevar puesta en cualquier momento u ocasión. Es práctica, ligera y cabe dentro del bolso en caso de tener que quitarla porque hace calor. Combina con un pantalón de vestir, un vaquero, una falda, unas mallas, un vestido o un pantalón corto. Sirve como prenda exterior o para ponerla por debajo de un abrigo, una cazadora, una parka o un chubasquero. Si es fina, también se le da uso en verano, sobre todo cuando las temperaturas no están todavía en alza, y si es un poco gruesa, en primavera podría utilizarse para combatir el frío. Echando un vistazo a las tiendas hemos encontrado unas cuantas sugerencias acerca de cómo vestir esta resolutiva pieza de ropa. En el Instagram de Parfois se muestra un modelo de punto con capucha y cremallera incluidas. Es de manga larga y se ofrece en tres colores: gris, marrón y teja. Desde la firma proponen combinarlo con una camisa de manga larga. Con una camiseta corta o un polo de manga larga esta prenda encajaría a la perfección.

Por su parte, Lefties apuesta por un cárdigan básico de punto de color gris oscuro, cuello de pico, y lo acompaña de un pantalón de vestir en color negro y formato ancho, y un cinturón. En vez de llevar la chaqueta por fuera del pantalón, lo somete por dentro, de modo que crea un conjunto de dos piezas separadas por un cinturón, consiguiendo que las prendas se vean totalmente distintas y que el outfit sea más sofisticado. Como broche final, completa el look con unas bailarinas de color marrón con tiras añadidas.

La firma New Yorker, en cambio, exhibe un cárdigan corto, donde los botones han sido sustituidos por unos lazos. Cuenta con mangas abullonadas y cierre en puño. Es de color blanco y también está disponible en rosa. Sugieren combinarlo con unos vaqueros y unas zapatillas deportivas, lo que se convierte en una propuesta cómoda para llevar puesta en el día a día.

Las chaquetas de rombos continúan en primera línea, así que si tienes alguna por casa de otros años o épocas, este es tu momento para traerla de vuelta a tu vestidor. En el perfil de Zara de esta red social se observa como esta prenda sigue dando juego hoy en día. La verás en su versión más corta o más larga, con pico o cuello redondo, y en una paleta cromática más apagada o una más viva.
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