La Navidad genera un cambio de hábitos y un caos en tus rutinas. Además, te tocará reunirte con personas desagradables para ti y con las que mantienes el mínimo contacto posible o pasar el tiempo en soledad. Estas variaciones en el ritmo diario afectan a tu calidad de vida y pueden ...
La Navidad genera un cambio de hábitos y un caos en tus rutinas. Además, te tocará reunirte con personas desagradables para ti y con las que mantienes el mínimo contacto posible o pasar el tiempo en soledad.
Estas variaciones en el ritmo diario afectan a tu calidad de vida y pueden provocarte alteraciones tanto a nivel físico como psicológico. Entre las recomendaciones que aportan los especialistas para superar la situación, destacarían:
1-Pasar la Navidad en soledad, por motivos diferentes, por elección o imposición. Es una época en la que somos más sensibles a esta sensación porque deseamos ver a nuestros seres queridos y disfrutar con ellos de momentos agradables. Cuando los echamos de menos y la soledad no es elegida, nos sentimos mal y se convierte en un problema. Es posible vivir esta soledad de una forma menos desagradable si te mantienes ocupada, ayudas a otras personas, dedicas tiempo a tus aficiones o realizas videollamadas (como Zoom y Teams, por ejemplo) con tus seres queridos.
2-Aceptar el malestar que supone relacionarse con personas a las que no ves habitualmente o te resultan insoportables porque es Navidad y hay que seguir las normas. Esta sensación de impotencia es muy frecuente. Los mayores problemas se plantean a nivel familiar, pues es el momento en que se mezclan las familias y la combinación puede resultar explosiva.
3-Mentalizarse. Si resulta inexcusable tu asistencia, intenta darle la vuelta a la situación. Piensa que solo serán unas horas e intenta mantener tu actitud evitando que te afecten los comentarios inadecuados de quienes se sientan a tu alrededor. Intenta no imaginar que podrías estar en otro sitio disfrutando con otras personas porque no te ayudará y te hará sentir peor.
4-Evitar las conversaciones problemáticas. No hables de temas discrepantes para conseguir reducir las probabilidades de entablar una discusión que no os va a llevar a ninguna parte. Nada de lo que podáis decir cambiará la situación.
5-Si te ha tocado organizar la reunión, planifica todo lo necesario de antemano y procura no mezclar invitados que sabes que no se soportan. Si es imprescindible que vengan todos, siéntalos en lugares alejados y pide ayuda a alguien neutral para que ponga paz entre ellos (no puedes pasar la noche pendiente de sus discusiones, apóyate en alguien de confianza).
6-Tras una reunión indeseada, te mereces un premio, una gratificación personal que funcione como una motivación para tolerar las horas que has tenido que pasar en compañía de esas personas. Piensa en lo que vas a hacer cuando se acabe (una sesión de spa, una película en casa, un paseo relajante o lo que más te apetezca). Esa proyección mental te ayudará a pasar ese tiempo con menor tensión.