Un gesto tan común que nadie se pregunta si realmente es la mejor forma de hacerlo. Sin embargo, los expertos en cuidado capilar y dermatología ahora están rompiendo con ese hábito y revelan un consejo que parece simple, pero puede cambiar la salud y el aspecto de tu melena: lava ...
Un gesto tan común que nadie se pregunta si realmente es la mejor forma de hacerlo. Sin embargo, los expertos en cuidado capilar y dermatología ahora están rompiendo con ese hábito y revelan un consejo que parece simple, pero puede cambiar la salud y el aspecto de tu melena: lava tu pelo boca arriba.
¿La razón? Hay más ciencia, lógica y beneficios estéticos detrás de este gesto de lo que imaginas. Cuando lavas tu cabello con la cabeza hacia abajo, la sangre fluye con más fuerza al cuero cabelludo, lo cual no es malo, pero al mismo tiempo, el agua, el champú y el acondicionador caen directamente sobre la cara y el cuello. Esto puede provocar irritaciones cutáneas, obstruir poros o incluso favorecer la aparición de granitos, especialmente si usas productos con siliconas o aceites pesados.
En cambio, al lavar el pelo boca arriba, todo fluye en la dirección natural del crecimiento del cabello y del drenaje linfático facial. Es decir, no solo ayudas a mantener el cuero cabelludo más limpio y equilibrado, sino que además proteges tu piel facial de residuos cosméticos.
Menos frizz, más brillo
La mayoría de los estilistas coincide en que la forma en que aplicamos el agua influye directamente en la cutícula capilar. Al inclinar la cabeza hacia adelante, frotamos el cabello de forma más agresiva y lo enredamos fácilmente, lo que genera frizz, pérdida de brillo y una textura más áspera.
Cuando lavas el pelo con la cabeza recta o hacia atrás, la fibra capilar se mantiene alineada. El champú se distribuye mejor y el aclarado se vuelve más uniforme. Resultado: una melena más suave, brillante y con caída natural. De hecho, algunos salones de belleza ya ofrecen lavados profesionales en posición reclinada, precisamente porque esta técnica minimiza el daño mecánico y realza la luminosidad del cabello.
Adiós a los enredos y al volumen descontrolado
Y si eres de las que lucha con los enredos después de cada ducha, este truco puede ser tu salvación. Cuando lavas el cabello boca abajo, el peso del agua y la espuma "levantan" la raíz de manera irregular, y al secarlo terminas con un volumen descontrolado o una forma extraña en las puntas.
En cambio, al hacerlo boca arriba, el cabello mantiene su dirección natural, lo que facilita el desenredado posterior y reduce el quiebre al cepillarlo. Si además finalizas el enjuague con agua fría, sellarás las cutículas y potenciarás el brillo.
Cuida tu espalda, tu cuello y tu piel
Otro punto a favor es la ergonomía. Lavar el pelo inclinada hacia adelante puede causar tensión en el cuello, la parte baja de la espalda e incluso mareos si lo haces con frecuencia. Muchas mujeres con problemas cervicales o de vértigo notan una gran diferencia cuando cambian la postura.
Además, al mantener el rostro hacia arriba, evitas el contacto directo de los productos capilares con la frente y la línea del cabello, una de las zonas más propensas a sufrir brotes de acné cosmético.
Pero, para poner esto en práctica, que sepas que no necesitas un salón de lujo; basta con adaptar un poco tu rutina.
- Coloca la ducha en posición alta, de modo que el agua caiga desde la coronilla hacia las puntas.
- Masajea suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, sin frotar con fuerza.
- Aclara con abundante agua, dejando que todo fluya naturalmente hacia la espalda.
- Aplica el acondicionador solo del media hacia las puntas y vuelve a enjuagar boca arriba.
- Finaliza con un toque de agua fría para sellar y potenciar el brillo.
El cambio es simple, pero los resultados son sorprendentes: cabello más ligero, brillante y fácil de peinar, sin sacrificar la comodidad ni la salud de tu piel.
Lavar el pelo boca arriba no es solo una moda viral o un capricho de TikTok: es una recomendación respaldada por dermatólogos y estilistas que buscan preservar la salud capilar y facial. Así que la próxima vez que entres a la ducha, prueba cambiar la dirección… tu melena te lo agradecerá con cada reflejo al sol.