Mucho se habla de la astenia primaveral, en esta época del año también es habitual que se produzca astenia otoñal, es decir, sensación de cansancio, apatía y debilidad física y psíquica, consecuencia de las dificultades del organismo para adaptarse a los cambios en las condiciones ambientales que se producen con ...
Mucho se habla de la astenia primaveral, en esta época del año también es habitual que se produzca astenia otoñal, es decir, sensación de cansancio, apatía y debilidad física y psíquica, consecuencia de las dificultades del organismo para adaptarse a los cambios en las condiciones ambientales que se producen con la llegada del otoño y el inverno. Es decir, las variaciones en la luz y la temperatura propias del cambio de estación, pueden alterar los biorritmos de la persona, sus rutinas y sus estados de ánimo.
Y como en la mayoría de las situaciones, la alimentación puede jugar un papel fundamental para mantener a raya el estado de ánimo. La nutricionista Ingrid Daniele, especialista de Blua de Sanitas, recuerda que "seguir una dieta equilibrada puede ser, en muchos casos, la primera medida para prevenir problemas emocionales como el cansancio crónico o los cambios de humos".
"Seguir una dieta variada y rica en productos frescos y de temporada, además de ayudar a que el organismo funcione mejor, influye directamente en cómo nos sentimos", explica Daniele. De esta forma, subraya que el estado de ánimo está estrechamente vinculado a la alimentación.
Entre los nutrientes esenciales para mantener el bienestar emocional, la nutricionista detalla que el triptófano actúa como materia prima para fabricar serotonina, la conocida como 'hormona de la felicidad'. Asimismo, el magnesio contribuye a reducir la tensión física y mental, mientras que los antioxidantes ayudan a proteger las células del daño causado por el estrés oxidativo.
A partir de estas evidencias, la nutricionista apunta algunos alimentos de temporada, típicos del otoño, y otros que son consumidos a lo largo del año y que pueden ayudar a regular el estado de ánimo y ser más feliz. En primer lugar, señala la calabaza y el boniato, dos alimentos ricos en betacarotenos (precursores de la vitamina A), antioxidantes y carbohidratos complejos que puede preparse como cremas, asados o guarniciones para obtener de ellos la energía que proporcionan de forma sostenida, lo que ayuda a evitar fluctuaciones en los niveles de glucosa y la fatiga asociada.
Las uvas y las granadas, por su elevado contenido en polifenoles, resveratrol y vitamina C, tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que resultan clave para mejorar la circulación sanguínea y proteger a las células del daño oxidativo. Según precisa la especialista, esto puede favorecer una mayor vitalidad y prevenir el decaimiento físico y mental frecuente en otoño.
Otro alimento típico del otoño, las setas, también puede favorecer la síntesis de serotonina, así como contribuir al funcionamiento del sistema inmunológico por su contenido en vitamina D, más difícil de obtener en estos meses de forma natural, debido a la menor exposición solar.
Junto a estos, la experta recomienda incluir en el día a día un puñado de frutos secos, en especial, nueces, almendras o avellanas, ya que son una fuente natural de magnesio, ácidos grasos omega 3 y antioxidantes, como la vitamina E. Por ello, intervienen en el buen funcionamiento del sistema nervioso, además de estar asociados con mejoras en la memoria, la concentración y la regulación emocional.
Legumbres, como lentejas, garbanzos y alubias, que destacan por su contenido en triptófano, proteínas vegetales de buena calidad y fibra soluble e insoluble, también favorecen la producción de serotonina. Además, promueven un adecuado tránsito intestinal, lo que resulta clave en el equilibrio emocional a través del eje intestino-cerebro.
Por último, el chocolate negro con un alto contenido en cacao, en concreto, 70%s, aporta al organismo flavonoides, magnesio y pequeñas dosis de cafeína, que estimulan la producción de endorfinas, asociadas a la sensación de placer y bienestar. Daniele ha indicado que para disfrutar de estos beneficios se puede tomar una pequeña porción diaria de unos 10 gramos o añadir cacao puro sin azúcar al desayuno o a recetas saludables.