La celulitis se produce cuando la grasa subcutánea sobresale entre las fibras del tejido conectivo, generando el característico aspecto de "piel de naranja". Este proceso se ve influido por factores hormonales, predisposición genética, cambios en la circulación y estilo de vida. Si bien no existe una cura definitiva, sí hay ...
La celulitis se produce cuando la grasa subcutánea sobresale entre las fibras del tejido conectivo, generando el característico aspecto de "piel de naranja". Este proceso se ve influido por factores hormonales, predisposición genética, cambios en la circulación y estilo de vida. Si bien no existe una cura definitiva, sí hay hábitos que pueden contribuir a prevenirla o minimizarla.
La nutrición juega un papel importante en la salud de la piel. Mantener una dieta equilibrada favorece tejidos más firmes y ayuda a evitar la acumulación excesiva de grasa.
No se trata de eliminar grupos de alimentos, sino de adoptar una alimentación variada y sostenida en el tiempo.
El ejercicio físico y el deporte es, sin duda, otra de las estrategias más eficaces para mejorar el tono muscular y la circulación, dos elementos clave en la apariencia de la celulitis. Moverse e incorporar el deporte en el día a día tiene enormes beneficios para la salud.
La constancia suele ser más importante que la intensidad. Incluso sesiones cortas, realizadas varias veces por semana, pueden marcar una diferencia.
Finalmente, es importante adecuar una buena rutina de autocuidado y asegurar que la piel recibe lo que necesita. En este sentido, los tratamientos tópicos no eliminan la celulitis, pero pueden mejorar el aspecto de la piel. También se aconsejan los masajes, que pueden favorecer el flujo sanguíneo, o las cremas hidratantes que ayudan a que la piel se vea más tersa.
Finalmente, factores como el estrés, la falta de sueño y el sedentarismo influyen en los procesos hormonales y la calidad de la piel. Intentar dormir lo suficiente, moverse con regularidad durante el día y gestionar la tensión emocional puede tener un impacto positivo en la salud y, cómo no, en la apariencia física.