Pero junto a su lado positivo, también han surgido movimientos controvertidos que normalizan conductas poco saludables. Uno de ellos es Skinnytok, una corriente que idealiza cuerpos extremadamente delgados y que, aunque a simple vista parezca solo otra moda pasajera, está encendiendo todas las alarmas entre profesionales de la salud mental ...
Pero junto a su lado positivo, también han surgido movimientos controvertidos que normalizan conductas poco saludables. Uno de ellos es Skinnytok, una corriente que idealiza cuerpos extremadamente delgados y que, aunque a simple vista parezca solo otra moda pasajera, está encendiendo todas las alarmas entre profesionales de la salud mental y expertas en redes sociales.
Skinnytok es un término que nace de la fusión entre "skinny" (delgado/a) y TikTok. Hace referencia a miles de vídeos donde la delgadez extrema no solo se muestra como un estándar aspiracional, sino como una meta deseada y necesaria. En este sentido, este tipo de contenidos suelen incluir comparativas de cuerpos "antes y después"; retos para perder peso rápido; rutinas imposibles (y nada saludables) o "consejos" para comer menos. Además, el tono suele estar envuelto en estética aspiracional: música suave, outfits minimalistas, cuerpos ultradelgados y un mensaje implícito: ser más delgada es siempre mejor.
No es solo una tendencia: es un reflejo social
Skinnytok no aparece de la nada. Resucita un ideal de belleza que parecía superado gracias al body positive y al movimiento de amor propio. Durante años celebramos cuerpos reales, diversos y fuertes. Sin embargo, esta moda señala que la presión estética sigue ahí, solo que ahora se enmascara bajo filtros y supuestos tips de "vida sana".
Porque el regreso de la delgadez extrema en redes responde a varias causas:
- La vuelta de estéticas Y2K donde los cuerpos muy delgados eran la norma.
- La comparación constante que genera ver cientos de cuerpos idealizados en minutos.
- El auge del culto al control absoluto del cuerpo.
- La falsa relación entre delgadez y éxito, disciplina o belleza.
Uno de los puntos más peligrosos de Skinnytok es que tiende a romantizar patrones propios de trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia. Se presentan dietas drásticas como algo normal, se promueve saltarse comidas o obsesionarse con las calorías. Incluso hay vídeos donde comer "demasiado" se ve como un fracaso personal.
La psicología lo explica claramente: este tipo de contenido no solo afecta a quienes ya tienen una mala relación con su cuerpo, sino que incrementa el riesgo en personas vulnerables, especialmente adolescentes. Es una tendencia que se alimenta de la comparación social y del sentimiento de insuficiencia: nunca es suficiente, nunca eres suficiente.
Y es que el problema no es querer cuidarse o estar saludable. El problema aparece cuando la salud se convierte en excusa para fomentar conductas dañinas. No estamos hablando de fitness, sino de obsesión.
Skinnytok y la presión estética en las mujeres
Aunque cualquiera puede verse afectado, es innegable que los estándares corporales recaen especialmente sobre las mujeres. Desde niñas, aprendemos a medirnos por el cuerpo, el peso y el tamaño. Skinnytok vuelve a recordarnos que el control sobre el cuerpo femenino sigue siendo un tema cultural.
En un entorno donde las redes nos invaden con cuerpos "perfectos" cada vez que deslizamos el dedo, es normal sentir presión. El problema es cuando dejamos que la comparación tome las riendas.
Lo más importante es entender que nuestros cuerpos no son tendencias. Son nuestra casa, nuestro espacio seguro. Si notas que estos contenidos te afectan, algunas recomendaciones son:
- Silencia o bloquea cuentas que te hagan sentir mal.
- Cuida tu relación con la comida y con tu cuerpo.
- Rodéate de contenido que celebre diversidad, salud y bienestar real.
- Recuerda que las redes no son la realidad.
Skinnytok no es solo una moda: es un fenómeno que revive viejos estereotipos y vuelve a colocar la delgadez extrema como objetivo. La clave está en mirar con ojos críticos y recordar que la belleza no se mide en tallas. Las modas pasan, los cuerpos cambian, pero tu bienestar es para siempre.