El cottage es un queso fresco, suave, ligeramente granulado y con un sabor muy delicado. Se elabora a partir de leche cuajada que no se prensa ni madura, lo que le da esa textura característica de pequeños grumos bañados en crema o suero. Es un producto ligero, rico en proteínas y con poca grasa, lo que lo convierte en un comodín ideal para quienes buscan opciones saludables sin renunciar al sabor.

Por qué se ha vuelto tendencia

Aunque siempre ha estado ahí, el cottage vive ahora una especie de renacimiento y es una auténtica revolución en las cocinas de los más fit. 

• Proteínas "limpias". En una época donde aumentar la ingesta proteica es tendencia -desde deportistas hasta quienes buscan controlar el apetito-, el cottage encaja como un guante: aporta mucha proteína por pocas calorías, sin procesos ultraprocesados o listas de ingredientes interminables.
• El auge del "alto en proteína" en redes sociales. TikTok e Instagram han impulsado recetas que van desde pizzas proteicas hasta helados hechos con cottage. La gente busca ideas fáciles y rápidas, y este queso se mezcla bien con dulce y salado. Un alimento fotogénico, económico y muy versátil... combinación ganadora.
• Es un aliado para controlar el hambre. Su textura saciante y su equilibrio entre proteína y carbohidratos lo convierten en un snack ideal para quienes quieren evitar picoteos menos saludables. Además, es fácil de llevar y combinar.
• Cocina rápida, resultados saludables. En un momento en el que buscamos comer sano sin complicarnos, el cottage es perfecto: no necesita preparación, combina con casi todo y sustituye a ingredientes mucho más calóricos.

¿Cuáles son sus beneficios?

Sin convertirlo en alimento milagro, el cottage ofrece varias ventajas nutricionales interesantes. Por un lado, como es rico en proteínas, ayuda a mantener la masa muscular y favorece la sensación de saciedad. Además, es una opción ligera para quienes buscan reducir calorías sin perder aporte nutricional. Por otro lado, este tipo de queso cremoso es una verdadera fuente de calcio y vitaminas del grupo B, importantes para los huesos, la energía y el buen funcionamiento del metabolismo. Y, por si aún necesitas más razones, que sepas que el cottage es un producto muy versátil y que suele tolerarse bien y se integra fácilmente en cualquier comida del día.

Sí, la mejor parte es que no hace falta ser chef para añadirlo al menú. Para desayunar, basta con que lo untes sobre una tostada integral y le añadas tomate o aguacate. También puedes preparar con él un snack saludable a base de este queso y varias hierbas. Consigue un "dip" ideal para crudités. En los platos principales, en comidas y cenas, puedes añadir el cottage a una ensalada como sustituto del pollo o el atún.

En definitiva, el cottage ha pasado de ser el queso más discreto de la nevera a convertirse en un imprescindible para quienes quieren comer sano sin complicarse. Un alimento simple, accesible y lleno de posibilidades. Si aún no lo has probado, quizá este sea el momento: abre un bote, prueba una cucharada… y deja que tu creatividad haga el resto.