Los dientes de leche cumplen una función esencial en el desarrollo infantil: permiten la correcta masticación, facilitan el aprendizaje del habla y mantienen el espacio necesario para que los dientes permanentes puedan salir en su posición correcta. Conforme los niños crecen, los dientes definitivos comienzan a desarrollarse debajo de las encías. ...
Los dientes de leche cumplen una función esencial en el desarrollo infantil: permiten la correcta masticación, facilitan el aprendizaje del habla y mantienen el espacio necesario para que los dientes permanentes puedan salir en su posición correcta.
Conforme los niños crecen, los dientes definitivos comienzan a desarrollarse debajo de las encías. Estos ejercen presión sobre las raíces de los dientes de leche, provocando que poco a poco se reabsorben. Cuando la raíz se debilita lo suficiente, el diente de leche empieza a moverse hasta que finalmente se cae, dejando espacio para el diente permanente.
Este proceso es completamente natural y no requiere intervención, salvo que existan problemas como una caída demasiado temprana, retrasos evidentes o alguna molestia significativa. En la mayoría de los casos, la caída de los dientes de leche es un signo de que el crecimiento dental de tu hijo avanza correctamente.
Como padres y madres, es fundamental que estar informado acerca de este proceso para que se pueda ayuda a los niños y niñas en una etapa que es nueva para ellos y, sobre todo, asegurarse su buena salud bucodental en el futuro.Aquí tienes una guía clara y tranquila sobre qué hacer cuando los dientes de leche se empiezan a mover.
Para el niño, notar un diente flojo puede ser emocionante… o un poco raro. Cuéntale que es parte del crecimiento y que el nuevo diente está preparado para salir.
Lo mejor es dejar que el diente se caiga solo. Forzarlo puede causar sangrado o molestias innecesarias. Si el niño quiere moverlo con la lengua o con los dedos (limpios), no pasa nada, pero sin tirones.
Aunque esté flojo, debe seguir cepillándose con normalidad. Cepillar suavemente la zona ayuda a mantenerla limpia y evita molestias.
Es habitual cuando el diente ya está a punto de caer. Basta con presionar la zona con una gasa limpia durante un par de minutos.
Normalmente, tras caerse el diente, la encía sana enseguida y el diente definitivo empieza a asomar en unas semanas. Si el diente nuevo aparece por detrás o el de leche no acaba de soltarse, puedes comentarlo con el dentista infantil en la próxima revisión.
Para muchos niños, este momento es emocionante. Celebrarlo con el Ratoncito Pérez, un dibujo o una nota puede convertirlo en una experiencia positiva.
Si quieres, puedo prepararte también un pequeño texto para enviar a familias, un artículo para una guía de salud o una versión para redes sociales. ¿Lo necesitas?