Si eres de esas mujeres que querían hacerlo todo, estar en todo, decir que sí a todo y quedar bien con todos. ¿Resultado? Estrés, agotamiento emocional y la sensación de que vivía en piloto automático. Hasta que descubrí la regla del 5/3/1, un pequeño método que transformó mi manera de ...
Si eres de esas mujeres que querían hacerlo todo, estar en todo, decir que sí a todo y quedar bien con todos. ¿Resultado? Estrés, agotamiento emocional y la sensación de que vivía en piloto automático. Hasta que descubrí la regla del 5/3/1, un pequeño método que transformó mi manera de gestionar mi día a día y, sorprendentemente, también mis relaciones y mi enfoque laboral.
Pero ¿qué es exactamente la regla 5/3/1? Es una técnica sencilla para priorizar y organizar la vida desde un enfoque más humano y menos perfeccionista. Su idea central es que cada día o cada semana no necesitas hacerlo todo; sólo necesitas centrarte en 5 tareas pequeñas, 3 metas medianas y 1 objetivo importante. Puede aplicarse a tu agenda diaria, a un proyecto concreto, al cuidado personal e incluso a la manera en que decides invertir tu energía en las relaciones. Lo mágico está en que te obliga a elegir lo que de verdad importa, eliminando el ruido y el exceso de expectativas.
Cómo aplicar esta regla a nuestro estilo de vida
Con la regla 5/3/1, cada mañana debes elegir 5 pequeñas acciones que me hacen sentir bien y mantienen mi vida en movimiento: hacer la cama, beber agua al despertar, escribir tres líneas en mi diario, leer 10 minutos y dar un paseo corto. Nada espectacular, pero constante.
Luego define tres metas del día: pueden ser laborales, del hogar o personales. Por ejemplo: terminar un informe, planear las comidas de la semana y organizar el armario. Y finalmente un objetivo importante, ese que marca la diferencia: avanzar en un proyecto grande, dedicar una hora de autocuidado real o tener una conversación que vienes retrasando. ¿El resultado? Terminar el día con la sensación de logro, no de culpa.
Cómo mejoran las relaciones
Las relaciones también se llenan de listas invisibles: responder mensajes pendientes, quedar para un café, llamar a mamá, planear un fin de semana romántico… Pero aplicar 5/3/1 nos enseña algo fundamental: no podemos estar para todos al mismo tiempo, y está bien.
Estas 5 acciones pequeñas pueden ser enviar un mensaje cariñoso, preguntar de verdad "¿cómo estás?", escuchar sin el móvil en la mano o abrazar más. Las tres metas medianas semanalmente son quedar con una amiga, visitar a la familia y organizar una cita consciente con nuestra pareja. Y el objetivo uno, el más importante, suele ser fortalecer una relación clave mediante una charla profunda o una experiencia significativa juntos. Cuando priorizas esto, tus relaciones serán más auténticas, menos automáticas y mucho más presentes.
Cómo transformar la manera de trabajar
El trabajo es una fuente constante de estrés, porque seguro que sientes que siempre faltaba algo, siempre corres detrás del tiempo. Con 5/3/1 puedes aprender a diferenciar lo urgente de lo importante. Así, en tu jornada laboral puedes establecer 5 microtareas rápidas: responder correos, archivar documentos, revisar la agenda, actualizar estado de proyectos, enviar un informe; 3 tareas relevantes: avanzar en presentaciones, atender una reunión clave, resolver un problema; y 1 prioridad fundamental. Hacer menos, pero mejor. El estrés bajó y mi productividad subió.
Si te animas a probarla, empieza mañana. No necesitas aplicaciones ni agendas especiales. Solo tu lista, tus prioridades y la decisión de vivir con más calma y propósito. Porque cuando aprendemos a elegir lo esencial, el resto comienza a fluir.