Por ello Mar Santamaria, Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris comparte una serie de pautas sencillas para disfrutar de la Navidad sin renunciar al autocuidado. A continuación, las claves para vivir unas fiestas más saludables, basadas en elaborar menús conscientes, equilibrar dulces y tentaciones, y mantener rutinas que ...
Por ello Mar Santamaria, Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris comparte una serie de pautas sencillas para disfrutar de la Navidad sin renunciar al autocuidado. A continuación, las claves para vivir unas fiestas más saludables, basadas en elaborar menús conscientes, equilibrar dulces y tentaciones, y mantener rutinas que ayudan a sentirse mejor.
1. Deja que tu mesa respire territorio y productos de temporada
La clave para comer rico y equilibrado en Navidad está en recuperar el protagonismo del producto fresco y de temporada. Frutas de temporada como la granada, por ejemplo, aporta antioxidantes y un toque festivo a ensaladas y postres; las setas son muy interesantes en la dieta y ofrecen fibra y versatilidad en entrantes, montaditos o guisos; y las castañas o frutos secos, siempre sin sal ni aditivos, pueden convertirse en una alternativa saciante tanto en aperitivos como en postres. Las coles y repollos, tanto en rollitos como en salteados, funcionan como acompañamiento ligero para platos proteicos y son protagonistas de sopas y pucheros tradicionales. Las sopas y consomés, además, reconfortan e hidratan si se elaboran con moderación en sal y grasas animales. Y, como base de toda cocina equilibrada, el aceite de oliva virgen extra y las hierbas aromáticas aportan sabor sin necesidad de recurrir a elaboraciones pesadas. En cuanto a las proteínas, se recomienda moderar la carne y dar mayor presencia al pescado azul, rico en el antioxidante estrella omega-3.
2. Si tu nevera está alineada con tus objetivos, tú también lo estarás
Según la experta, "el equilibrio empieza en el carrito de la compra. Si las tentaciones no entran en casa, es mucho más fácil evitarlas. Llenar primero la cesta con frutas, verduras y frescos ayuda a desplazar ultra procesados y evita compras impulsivas. Tanto en la despensa como en la mochila, conviene tener preparadas opciones reales y listas para comer: fruta lavada, frutos secos sin exceso de sal ni aditivos, legumbres cocidas o un pan de calidad acompañado de untables saludables como olivada, hummus, queso fresco o atún; o una riquísima crema de pistacho 100% para untar". Contar con alternativas nutritivas, densas en nutrientes y sanas facilita que incluso en días de mucho ajetreo se mantengan decisiones más equilibradas.
3. Creatividad al poder: transforma los postres en aliados
Las sobremesas navideñas suelen ser el momento en el que más se dispara el consumo de dulces, pero pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. Acompañar turrones y polvorones con platos de fruta fresca cortada de forma atractiva ayuda a equilibrar el conjunto y aporta un toque visual festivo. Sustituir ciertas grasas por aguacate o frutos secos en las recetas dulces mejora el perfil nutricional sin renunciar a la cremosidad. Y para los amantes del chocolate, elegir versiones con un porcentaje igual o superior al 80% puede ser una alternativa más interesante. Las infusiones aromáticas, además, son una excelente compañía para las charlas de sobremesa sin añadir calorías adicionales.
4. Mantén el movimiento: ¡que la actividad física no se tome vacaciones!
La actividad física contribuye a sentirse mejor, evita digestiones pesadas y ayuda a mantener el equilibrio en días de comidas más copiosas. Pasear entre luces y mercados navideños, organizar actividades al aire libre con familia, amigos o mascotas, o intentar preservar las rutinas de gimnasio -aunque sea con sesiones más breves- pueden marcar la diferencia. También es un buen momento para visitar espacios naturales, como parques o bosques, cuyo entorno invernal resulta especialmente inspirador y contribuye a oxigenar cuerpo y mente.
5. Eliminar el alcohol no es fácil, pero puedes moderarlo
En Navidad, el consumo de alcohol suele incrementarse notablemente, y conviene recordar que no existe una cantidad segura. Controlar el número de copas y alternarlas con agua, infusiones o bebidas sin alcohol es una estrategia eficaz, al igual que evitar las mezclas y los destilados de alta graduación. El alcohol aporta muchas calorías vacías, por lo que moderarlo también ayuda a evitar un aumento de peso.
6. El agua, tu mejor compañera (y también puedes darle un toque festivo)
"Mantenerse hidratado sigue siendo esencial durante estas fechas. Tener siempre una jarra de agua en la mesa ayuda a recordarlo y, además, puede convertirse en un elemento más de la celebración si se prepara con rodajas de cítricos, frutos rojos o hierbas aromáticas. Las aguas saborizadas o los mocktails sin alcohol aportan originalidad y un aire festivo sin incrementar la carga calórica", afirma Mar Santamaria.