Acercarse a la Casa Vicens en Barcelona es descubrir a un Antoni Gaudí diferente. A un joven arquitecto que, aunque había realizado algunos proyectos menores, se enfrentaba a su primera casa. Un edificio que sirvió para mostrar la gran creatividad de un hombre que ya perfilaba en qué se convertiría ...
Acercarse a la Casa Vicens en Barcelona es descubrir a un Antoni Gaudí diferente. A un joven arquitecto que, aunque había realizado algunos proyectos menores, se enfrentaba a su primera casa. Un edificio que sirvió para mostrar la gran creatividad de un hombre que ya perfilaba en qué se convertiría años después.
Casa Vicens es una visita obligada para todos aquellos amantes de la arquitectura, del modernismo y de la obra de Gaudí. Una experiencia cultural que ahora puedes endulzar, ya que Casa Vicens propone finalizar tu visita con unos churros con chocolate o con 'cava i neules'. Tú eliges. Una opción más tradicional y golosa, u otra más sofisticada y festiva.

La propuesta incluye una visita guiada en catalán por la primera casa de Gaudí, acceso a la exposición temporal y un aperitivo en la cafetería, a elegir entre estas dos dulces opciones. Una iniciativa que podrás disfrutar hasta el próximo 6 de enero, con la que gozar de maravillosa arquitectura y mejor gastronomía.
Y es que Casa Vicens es una preciosidad, tanto por fuera como por dentro, declarada Patrimonio de la UNESCO por razones obvias. Situada en el número 26 de la calle Carolines de Barcelona, fue un encargo de Manel Vicens i Montaner a un joven Antoni Gaudí. En ese solar se alzaba la casa heredada de su madre, que fue demolida para crear una vivienda de veraneo para la familia.
Gaudi la concibió como una pequeña nación para la familia, con una orientación que debía tener toda la iluminación y ventilación posible. Una casa que debía ser funcional para albergar a una familia, pero también bella estéticamente y con un marcado carácter. En una de sus primeras visitas al terreno para tomar medidas, Gaudí descubrió que el solar estaba repleto de unas pequeñas flores amarillas, que luego él adoptó como tema ornamental en la cerámica de la casa. También se encontró con una palmera exuberante en el jardín, materializada después en hierro forjado formando la reja de la puerta de la vivienda. Un cuidado en los detalles que marcarán la esencia de Gaudí a lo largo de toda su trayectoria.

Una casa que resulta muy innovadora y diferente para su época y que es uno de las primeras muestras del modernismo en Europa. Una visita ineludible si quieres entender y conocer mejor la arquitectura de Antoni Gaudí.
Puedes visitarla por libre, con audio-guía o con un guía que te explicará todos los entresijos y detalles más ocultos. Pero si quieres disfrutarla al máximo y acabar la visita con un homenaje, lo mejor es elegir la propuesta de estas fiestas que incluye un final dulce. No te defraudará y te irás con un buen sabor de boca. ¿Te apuntas?