El estrés, los cambios hormonales, las preocupaciones del día a día o una cena poco acertada pueden sabotear tu descanso sin que te des cuenta. La buena noticia es que la alimentación puede convertirse en tu mejor aliada para dormir profundamente. Algunos alimentos contienen nutrientes clave que favorecen la relajación, ...
El estrés, los cambios hormonales, las preocupaciones del día a día o una cena poco acertada pueden sabotear tu descanso sin que te des cuenta. La buena noticia es que la alimentación puede convertirse en tu mejor aliada para dormir profundamente. Algunos alimentos contienen nutrientes clave que favorecen la relajación, regulan el ritmo del sueño y ayudan a evitar esos molestos despertares nocturnos.
Hoy te contamos cuáles son los tres alimentos estrella para dormir del tirón y cómo incorporarlos a tu rutina nocturna.
1. Plátano: el relajante natural que tu cuerpo necesita
El plátano es mucho más que una fruta cómoda y deliciosa. Es una auténtica joya para el descanso, especialmente si te despiertas varias veces durante la noche o sientes el cuerpo en tensión al acostarte. Es rico en magnesio y potasio, dos minerales fundamentales para relajar los músculos y el sistema nervioso. Cuando sus niveles son bajos, es más fácil experimentar calambres, inquietud o un sueño ligero. Además, el plátano contiene triptófano, un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir serotonina y melatonina, las hormonas que regulan el sueño.
Uno pequeño después de cenar, solo o acompañado de un yogur natural, es suficiente. Evita combinarlo con azúcar o chocolate si eres sensible a los despertares.
2. Avena: saciante, calmante y amiga del sueño profundo
La avena suele asociarse al desayuno, pero es también una excelente opción para la noche, especialmente si cenas temprano o te acuestas con sensación de hambre.
Este cereal integral ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en sangre, evitando bajadas bruscas que pueden provocar despertares nocturnos. Además, es fuente de melatonina natural y de vitaminas del grupo B, esenciales para un sistema nervioso equilibrado.
Otro punto a favor es su efecto saciante y reconfortante, algo muy valioso si tu mente se activa justo al meterte en la cama. Un pequeño bol de avena cocida con bebida vegetal tibia (sin azúcar) es ideal una hora antes de dormir. También puedes añadir un toque de canela para potenciar su efecto calmante.
3. Almendras: poderosas y perfectas para la noche
Las almendras son uno de los frutos secos más recomendados para mejorar la calidad del sueño. Su alto contenido en magnesio ayuda a reducir el estrés y favorece un descanso más profundo y continuado.
Además, aportan grasas saludables que ayudan a mantener la saciedad durante la noche, evitando que el hambre te despierte de madrugada. También contienen triptófano, reforzando la producción de melatonina de forma natural.
Incorporar estos alimentos a tu rutina nocturna no es una solución mágica, pero puede marcar una gran diferencia en la calidad de tu sueño. Acompáñalos de una cena ligera, evita las pantallas antes de dormir y regálate unos minutos de calma al final del día.
Dormir del tirón es posible. A veces, solo necesitas elegir mejor lo que pones en tu plato y escuchar un poco más a tu cuerpo.