Por suerte, existe una fórmula sencilla, visual y muy fácil de aplicar: el método 6 a 1. Una estrategia ideal para mujeres que quieren alimentarse mejor sin contar calorías ni pasar horas planificando. El método 6 a 1 se basa en organizar la compra por grupos de alimentos, asegurando variedad, ...
Por suerte, existe una fórmula sencilla, visual y muy fácil de aplicar: el método 6 a 1. Una estrategia ideal para mujeres que quieren alimentarse mejor sin contar calorías ni pasar horas planificando. El método 6 a 1 se basa en organizar la compra por grupos de alimentos, asegurando variedad, equilibrio y flexibilidad. La idea es que, en cada compra semanal, incluyas:
Este enfoque te permite comer sano la mayor parte del tiempo sin renunciar al placer, algo fundamental para mantener hábitos a largo plazo.
6 verduras: la base de tu energía
Las verduras son las grandes protagonistas de una compra saludable. Aportan fibra, vitaminas, minerales y volumen a los platos. Elige variedad de colores y texturas: por ejemplo, espinacas, brócoli, calabacín, zanahorias, pimientos y cebolla. Pueden ser frescas o congeladas, lo importante es que estén presentes en tu día a día. Tenerlas en casa facilita preparar comidas rápidas y nutritivas.
5 frutas: dulzura natural
Las frutas son perfectas para desayunos, snacks o postres. Opta por frutas de temporada y combina diferentes tipos: manzanas, plátanos, frutos rojos, naranjas y peras, por ejemplo. Así te aseguras distintos nutrientes y evitas caer en ultraprocesados cuando te apetece algo dulce.
4 proteínas: saciedad y equilibrio
Las proteínas ayudan a mantener la masa muscular y a sentirte satisfecha por más tiempo. Incluye opciones variadas como huevos, pescado, legumbres, pollo, pavo, tofu o yogur natural. Alternar proteínas animales y vegetales no solo es más saludable, sino también más sostenible y económico.
3 hidratos de carbono: sin miedo, pero con cabeza
Los hidratos no son el enemigo. El método 6 a 1 apuesta por hidratos de calidad: arroz integral, quinoa, avena, patata o pasta integral. Elegir bien este grupo te dará energía estable y evitará picos de hambre o cansancio.
2 grasas saludables o salsas
Aquí entran alimentos que aportan sabor y grasas buenas: aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos, hummus o tahini. Tener estas opciones en casa hace que tus platos sean más apetecibles y completos, evitando salsas industriales llenas de azúcares y aditivos.
1 capricho: porque el equilibrio también es disfrutar
Este punto es clave. El método 6 a 1 no prohíbe, sino que integra. Ese capricho puede ser chocolate, galletas, una pizza o lo que realmente disfrutes. Permitírtelo sin culpa reduce la ansiedad y evita atracones. Comer sano también es tener una buena relación con la comida.
¿Por qué este método funciona tan bien?
Porque es simple, flexible y realista. No necesitas pesar alimentos ni seguir menús estrictos. Solo pensar en proporciones. Además, se adapta a cualquier estilo de vida: trabajes fuera, tengas familia o poco tiempo para cocinar.
Así que, ya lo sabes, el método 6 a 1 transforma la compra en una aliada de tu bienestar. Te ayuda a cuidarte, a comer mejor y a disfrutar más de tu alimentación, sin estrés ni perfeccionismo. La próxima vez que vayas al supermercado, pruébalo… tu cuerpo (y tu mente) te lo agradecerán.