Carmen Reija
Solemos asociar las infusiones a determinados momentos del día. Una manzanilla después de comer para facilitar la digestión o una tila antes de acostarnos para relajarnos y dormir mejor. Pero no tiene que ser así y limitar su consumo a esos momentos puntuales. Son muy versátiles y puedes beberlas a cualquier hora. Tampoco es necesario tomarlas muy calientes. Si no siempre sabes que pedir cuando llegas a un local o lo que beber a media mañana, puedes plantearte cambiar tus hábitos y recurrir a nuevas opciones.
Si modificas tu elección, descubrirás cosas diferentes que pueden ayudarte a mejorar tu estado general y aportar elementos interesantes en forma de “refresco de verano”. Si eliges el té verde, incluirás en tu dieta antioxidantes que te ayudarán a disfrutar saludablemente del sol y te ayudará a perder peso si ...
Si modificas tu elección, descubrirás cosas diferentes que pueden ayudarte a mejorar tu estado general y aportar elementos interesantes en forma de “refresco de verano”. Si eliges el té verde, incluirás en tu dieta antioxidantes que te ayudarán a disfrutar saludablemente del sol y te ayudará a perder peso si sigues una dieta bien equilibrada y controlada por un especialista.
El té verde presenta en su composición química: alcaloides (fundamentalmente cafeína y teofilina), polifenoles (flavonoides, catecoles y taninos), vitaminas (grupo B, provitamina A, vitaminas C y E), minerales (flúor, calcio potasio y magnesio), etc. que le dan propiedades muy interesantes. Podemos destacar que es estimulante, antioxidante y diurético, utilizándose habitualmente en el tratamiento del sobrepeso moderado (bajo control del especialista, un cambio de hábitos alimentarios y un aumento de la actividad física) como coadyuvante en regímenes de adelgazamiento.
Se usa en tisanas, infusiones, cápsulas con extracto de té verde, etc., para regímenes de adelgazamiento y en casos de astenia funcional. En ocasiones, se comercializa combinado con otras plantas para potenciar su actividad. Para preparar la infusión utiliza agua mineral y blanda, dejando el té cinco o diez minutos para conseguir una infusión larga.
Si quieres disfrutar de su sabor y propiedades de manera agradable, puedes prepararlo de formas diferentes:
-Té verde con hielo. Es muy cómodo y sencillo. Preparas la infusión y, cuando esté lista, añades unos cubitos de hielo. Ya tienes tu “combinado de verano” que puedes pedir en cualquier local al que acudas.
-Limonada de té verde. Preparas un litro de infusión de té verde y le añades zumo de limón, menta y unos cubitos de hielo. Lo remueves con energía en una jarra y lo sirves en un vaso.
-Helado de té verde. Una infusión de té verde mezclada con zumo de limón, nata, azúcar y gelatina. Mezclas todos los ingredientes y lo congelas.
-Té verde con canela. Preparas la infusión y añades una rama de canela cortada. Dejas enfriar y añades hielo.
-Granizado de té verde. Es sencillo prepararlo. Añade a la infusión el hielo en forma de granizado y consúmelo a tu gusto.
Endulzar o no queda a tu elección. Evita el azúcar refinado. Es mejor optar por endulzantes más sanos como la miel. Si te acostumbras al sabor, no necesitaras adicionar ninguno. Pruébalo. Puedes comprarlo en farmacias, herboristerías o en el supermercado. En estos locales encontrarás todas las opciones que desees. Elige la que más te guste y pruébalo.
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