El término fue acuñado en 1989 por el doctor Stephen DeFelice, presidente de la Fundación para la Intervención en Medicina. En la palabra se combinan dos: nutrición y farmacéutico (o terapéutico) y define aquellos productos de origen natural con propiedades biológicas activas, beneficiosas para la salud y con capacidad preventiva y/o terapéutica definida.

Los expertos señalan que DeFelice dio nombre a un concepto que hace ya miles de años Hipócrates definió en una frase: “deja que la comida sea tu medicina y la medicina tu alimento”. Y esa idea sigue manteniéndose en la actualidad: una dieta sana y equilibrada ayuda a mantener tu organismo saludable y evita la aparición de ciertas enfermedades.

Se puede definir como un complemento alimenticio presentado en una forma no alimenticia (polvo, cápsulas, píldoras etc.) de una sustancia natural bioactiva concentrada, presente habitualmente en los alimentos y que, tomada en dosis superiores a las existentes en ellos, tiene un efecto favorable sobre la salud, mayor que la que podría tener el alimento en sí mismo.

Fundamentalmente, se diferencian de los medicamentos en que éstos no tienen un origen biológico natural. Para que se pueda denominar nutracéutico debe cumplir dos premisas básicas: la biotransformación de su molécula y la identificación en su composición de propiedades beneficiosas para la salud.

La biotransformación es el proceso por el que se aíslan, purifican, concentran y convierten las sustancias naturales de origen animal o vegetal en un extracto, preservando intactas sus propiedades biológicas. Sometiendo a los productos nutracéuticos a estudios científicos completos se garantiza su seguridad en la administración a seres humanos y que presenten propiedades que mejoran la calidad de vida de los consumidores.

Debemos diferenciarlos de los alimentos funcionales, de los suplementos alimenticios y de los alimentos enriquecidos, por ejemplo, porque no son lo mismo. Los especialistas señalan que los nutracéuticos podrían ser “medicamentos de origen natural”, compuestos naturales con acción terapéutica. Puedes encontrarlos en forma de cápsulas, píldoras, viales, etc. en los que se concentran las sustancias naturales bioactivas. Contienen diferentes elementos procedentes de: aceites vegetales, derivados de uvas, linaza, mostaza, brécol, coliflor, etc.

Es fundamental explicar que un nutracéutico no es un alimento, sino un producto que contiene algunos componentes del alimento, que su presentación puede recordar a la de un medicamento y que simplemente sirve para prevenir algún tipo de patología cuando se incluyen en una alimentación saludable.

No debes consumirlos sin consultar a tu médico porque presentan efectos secundarios indeseables y que pueden afectar a tu salud. Tampoco debes comprarlos en centros inadecuados que carezcan del necesario control sanitario. Mucho cuidado con los productos que prometen más de lo que pueden cumplir. No caigas en el error de introducir en tu organismo sustancias desconocidas e indeseables.