La tradición no siempre acierta. Estamos acostumbrados a reconocer los efectos “engordantes” de ciertos alimentos que nos “apetecen” especialmente y no siempre es así. Lo importante es no abusar de su consumo, conocer sus características y no sentirse “culpable” cuando decides tomarlos. Te proponemos unos ejemplos habituales en los que podrás reconocer errores muy frecuentes. Por ejemplo:

-si tienes que elegir un pan blanco o integral, recuerda que 100 gramos del blanco aportan 275 calorías y la misma cantidad del integral, 262. Aunque la diferencia no es muy acusada, elegir el integral proporciona además fibra a tu dieta, fundamental para mantener tu intestino en perfecto estado.

-a la hora del aperitivo, si te gusta el queso, no tienes que renunciar siempre a él. 100 gramos de una variedad semicurada aportan unas 350 calorías frente a las 330 de un buen jamón serrano o las 240 del lomo embuchado. Recuerda que el contenido graso del queso es superior, por lo que se combinan dos factores que debes tener en cuenta a la hora de elegir. Las aceitunas también son una buena elección. 100 gramos aportan 120 calorías, frente a las casi 600 de la misma cantidad de patatas fritas o las 640 de las almendras tostadas saladas. Ya ves, las aceitunas constituyen un aperitivo delicioso y saludable que no engorda tanto como crees.

-te sorprenderá saber que un filete de ternera a la plancha sólo aporta 100 calorías y uno de lomo de cerdo 135. Una ensalada completa en la que incluyas, por ejemplo unos dados de queso o unas aceitunas negras y aliñada con aceite de oliva, supera ese aporte calórico.

Combínalos.

-si tienes que elegir una bebida, el vino tinto es la mejor opción porque aporta unas 80 calorías frente a las 100 de la cerveza o las 165 de un vermut, por ejemplo.

-cuando vas de “tapas”, la mejor opción puede ser unos calamares a la plancha (fritos aumentan su aporte calórico) o un pincho de tortilla (aunque te sorprenda). Huye de la ensaladilla y los platos fritos que son más calóricos e insanos.

-también hay diferencias entre las frutas. 100 gramos de piña aportan 50 calorías frente a las 250 de la misma cantidad de fresas o las 85 de un plátano. A ello se añade que la piña es muy digestiva y el plátano contiene potasio.

-lo dulce merece un capítulo especial. Un helado artesano o unas onzas de chocolate contienen menos calorías que una tarta de queso o coco. No es necesario renunciar siempre a ellas, pero sí controlar su ingesta.

No siempre se cumple que “todo lo que me gusta engorda”. Disfruta sin complejos de lo que te apetezca, combínalo de manera equilibrada y no te sientas culpable por hacerlo. Es tu momento.